El mamut lanudo formaba parte de la antigua historia de la humanidad, pero ¿qué pasaría si vuelve? Si hablamos de evolución es natural que se mencione también la extinción. No hay proceso en el planeta en el que no se haya evolucionado sin haber perdido algo, es la ley de la vida. Sin embargo, el ser humano ha sido una especie desafiante de las reglas básicas de la naturaleza.
Así como intentamos prolongar la vida de la mano de la medicina, el ser humano también intenta desafiar a la muerte y revivir a especies que se perdieron en la evolución del planeta hace millones de años. Tal es el caso del mamut lanudo, el gigante que se asegura volverá para 2027.
De acuerdo con la compañía de biotecnología Colossal, el proyecto para revivir al antiguo mamut lanudo recibió unos 60 millones de dólares para continuar con la edición de genes que se lleva a cabo desde el 2021.
¿Por qué revivir al mamut lanudo?
Además de tener la gran “satisfacción” de revivir a un mítico mamut de la edad del hielo, los expertos aseguran que su reencarnación podría ayudar a combatir el cambio climático. El objetivo es que el gigante tenga una participación activa en la conservación del Ártico.
“En la mente de muchos, esta criatura se ha ido para siempre. Pero no en la mente de nuestros científicos, ni en los laboratorios de nuestra empresa. Ya estamos en el proceso de des-extinción del Mamut Lanudo. Nuestros equipos han recolectado muestras de ADN viables y están editando los genes que permitirán que esta maravillosa megafauna vuelva a atravesar el Ártico”, agrega Colossal.
El nacimiento oficial
Con el paso de unos cuantos años, específicamente cuatro, según asegura la compañía. El primer embrión de mamut lanudo estará listo para ser colocado en un elefante africano, pero ese mamut no será el único.
La empresa tiene como final objetivo repoblar distintas partes del Ártico con el nuevo mamut y así fortalecer la vida vegetal y, si todo sale bien con el mamut, entonces el equipo pensará pasar a la siguiente icónica especie; el tigre de Tasmania.
Parece realmente cuestión de tiempo y no de ética el retorno de las grandes especies del pasado y su rol en los ecosistemas. Sin embargo, no podemos olvidar -por más cautivador que sea revivir a icónicas especies- que la naturaleza sigue su propio camino.
Sin importar cuánto el ser humano tenga la necesidad de intervenir y recrear los grandes escenarios de la Tierra antigua, la gran naturaleza sigue su instinto a pesar de los avances tecnológicos que la humanidad le presente. Tal vez sea momento de considerar que por más que se quiera manipular el escenario global, la naturaleza siempre parece ir un paso – o varios- delante de nosotros.
La biotecnología nos presentará un nuevo escenarios con mamuts lanudos y posibles tigres de tasmania, pero cómo será el nuevo mundo con especies con las que nunca convivimos. ¿Lograremos un equilibrio o simplemente estamos esperando a ser sorprendidos por su salvaje esencia?
Queda mucho que pensar y considerar antes de traer el mundo del pasado a la realidad. Sin duda es impresionante descubrir la capacidad del ser humano por revivir especies míticas, pero es posible que nosotros mismos como especie no estemos listos para vivir esos escenarios. Aunque ciertamente no lo descubriremos hasta experimentarlo por nosotros mismos.