Benjamin fue el último ejemplar de tigre de Tasmania que el mundo vio existir. En 1936, el zoológico de Beaumaris despidió a ese marsupial carnívoro para declararlo oficialmente extinto tan sólo 50 años después. Pero, a casi un siglo de su desaparición, la Universidad de Melbourne tiene un plan fuera de serie: revivir al icónico tigre de Tasmania.
Con una donación de 3.4 millones de euros, la Universidad de Melbourne planea poner en marcha el ambicioso programa que busca revivir varias especies de marsupiales extintas. El proyecto Thylacinus Genetic Restoration Research busca regresar de la extinción al mítico tigre de Tasmania, además de crear estrategias necesarias para asegurar su conservación.
¿Cómo revivir al tigre de Tasmania?
De acuerdo con la Universidad de Melbourne, el primer paso para lograr revivir al tigre de Tasmania ocurrió en 2017. El equipo de investigadores logró secuenciar parte del genoma de esta especie, todo gracias a los restos de un ejemplar que mantiene el Museo Victoria en Australia.
Aunque este hecho representa un gran avance en la búsqueda del nacimiento de un nuevo ejemplar de la especie, todavía queda mucho por hacer. Es necesario llenar los fragmentos faltantes para considerar el programa como un hecho posible o incluso real.
Para llenar los huecos el equipo deberá trabajar en al secuenciación de las especies más cercanas al tigre de Tasmania. Por ejemplo, el dunnart o el numbat, marsupiales que comparten con el tigre cerca de un 95% de ADN.
¿Recuperar una especie o seguir el flujo de las circunstancias?
Si los expertos pueden desarrollar el proyecto TIGRR, entonces la especie podría tener buenas posibilidades de volver a la vida. Sin embargo, no podemos olvidar los detalles evolutivos de la naturaleza.
A casi un siglo de la extinción de este marsupial, el ecosistema ha sabido crear un equilibrio adecuado para cubrir su desaparición. Por lo tanto, su regreso podría representar un reto para los ecosistemas actuales.
La reintroducción de una especies no es un acto simple. Es cierto que la naturaleza siempre encuentra formas de brindar equilibrio, pero para el ser humano implica impulsar un escenario hasta cierto sentido desconocido.
Para el equipo que lidera este ambicioso programa, la reintroducción del tigre de Tasmania es un escenario posible e incluso beneficioso para la conservación del ecosistema en el que solía vivir. No obstante, por ahora nada es seguro y tendremos que esperar a la posibilidad de rescatar a uno de los más icónicos marsupiales de la naturaleza.