Einstein Acertó Con La Existencia De Sagitario A*, El Agujero Negro En La Galaxia

Einstein acertó con la existencia de Sagitario A*, el agujero negro en la galaxia

Sagitario A*, la existencia del agujero supermasivo en el corazón de la Vía Láctea, una teoría que surgió en la pizarra de Albert Einstein.

Hace más de un siglo, Albert Einstein vino a revolucionar el mundo de la física, transformando la mecánica clásica para siempre. Rompió con todo lo conocido e incluso más de cien años después, se sigue comprobando que tenía razón en su aclamada Teoría de la Relatividad General. Recientemente se ha hecho uno de los descubrimientos más importantes de la astronomía, se ha comprobado que en el corazón de nuestra galaxia habita un agujero negro supermasivo. Pero cómo es exactamente que la relatividad del físico alemán se relaciona con Sagitario A*.

El tiempo espacio

Cuando Einstein postuló la Teoría de la Relatividad General no sólo se trató de una nueva perspectiva para darle una explicación a la entonces ‘fuerza’ de la gravedad. En cambio, muchas ventanas se abrieron pues un nuevo concepto golpeó de lleno a los físicos teóricos, el del tiempo-espacio. Además la luz pasó a colocarse al centro de la mesa como el factor más importante para comprender la realidad de nuestro cosmos.

Einstein acertó con la existencia de Sagitario A*, el agujero negro en la galaxia

En palabras burdas, podría decirse que el tiempo-espacio es una estructura universal que puede curvarse por la masa de los objetos que habitan sobre él. Así, pasamos de creer que la Tierra se mueve sin parar alrededor del Sol porque no existe una fuerza que inmute su inercia, a comprender que en realidad esto se debe a la gran masa solar, capaz de curvar el espacio-tiempo y como resultado la Tierra gira en torno a él.

Estos nuevos conceptos vinieron a remodelar la forma en la que se entendía el Universo. Si existe una estructura con propiedades de curvatura como respuesta a la cantidad de energía disponible en él, entonces un mundo de posibilidades se abre ante nuestros ojos. Y aquí es donde comienza la historia de cómo la humanidad descubrió a los agujeros negros y cómo brincaron del papel de la teoría, a la comprobación experimental.

Una historia llena de tropiezos

Einstein puso la semilla y muchos otros científicos como Robert Oppenheimer, Karl Schwarzschild, Subrahmanyan Chandrasekhar y el conocido Stephen Hawking, desarrollaron poco a poco la posibilidad de que existieran objetos con tal cantidad de energía concentrada en un punto crítico, que el espacio-tiempo terminara colapsando.

Einstein acertó con la existencia de Sagitario A*, el agujero negro en la galaxia

Con el tiempo llegamos a conocerlos como agujeros negros, pero esto sólo trajo más preguntas que respuestas. ¿Cómo se comportan?, ¿cómo lucen exactamente?, ¿qué hay dentro de ellos? Muchas de estas incógnitas no han podido ser respondidas en la observación experimental, pero se tiene una idea teórica.

Para seguir escalando en la historia hasta el reciente descubrimiento del ESO sobre el agujero supermasivo Sagitario A*, que habita en el corazón de la Vía Láctea, hay que recordar que el Universo es una sopa de objetos interaccionando entre ellos. Mirar a los agujeros negros como objetos solitarios sin incidencias en otros cuerpos sería un grave error. Hay que tener una visión un poco más integral para comprender la importancia del reciente descubrimiento.

Un descubrimiento en las entrañas de la galaxia

Las galaxias son conjuntos de gases, polvo, y miles de millones de estrellas, algunas con sistemas planetarios girando alrededor de ellas. Pero, ¿qué mantiene a esta masa de objetos unida? Exactamente, la gravedad.

La gravedad hace su magia y mantiene a todos los integrantes de la galaxia dentro de ella, pero todavía falta mucho por descubrir para comprender por qué las galaxias tienen sus formas características y cómo fue que se formaron, en primer lugar. El escenario más viable es que un agujero supermasivo habite en su pleno corazón, así la rotación vertiginosa de los agujeros que se acerca a la velocidad de la luz, podría darnos respuestas a estas incógnitas. El problema era que no se había logrado obtener imágenes ni datos concluyentes sobre que realmente existe un agujero negro viviendo en nuestra propia Vía Láctea.

Einstein acertó con la existencia de Sagitario A*, el agujero negro en la galaxia

*Sagitario A* al centro de la Vía Láctea. ESO/EHT

Hasta ahora que el ESO a través de su programa Event Horizon Telescope (EHT) que es un telescopio virtual compuesto por diferentes estaciones alrededor del mundo, logró captar la primera fotografía del agujero supermasivo al centro de la Vía Láctea. Llamado Sagitario A*, este viene a comprobar una vez más que la Teoría de la Relatividad de Einstein es acertada. Y además se trata de un descubrimiento que cambia modificará de manera significativa la manera en que entendemos al Universo.

¿Cómo cambiará la ciencia?

Ahora que se ha comprobado la teoría de que existe un agujero supermasivo en las galaxias como la nuestra, por no decir que en todas las espirales y elípticas, se obtendrán mayores datos sobre cómo se formaron estas galaxias. Desde luego que las hipótesis incluirían el colapso de estrellas supermasivas que implosionaron hasta convertirse en un agujero negro. E incluso también se considera la colisión entre pequeñas galaxias, mismas que dieron vida a los agujeros supermasivos dentro de ellas y terminaron fusionándose en galaxias más grandes.

Einstein acertó con la existencia de Sagitario A*, el agujero negro en la galaxia

Recordemos que la humanidad viene intentando reconstruir la historia cosmológica desde hace siglos. Una pieza más al rompecabezas nos abre la posibilidad de encontrar nuevos patrones que encajen con nuestras teorías y parece que vamos en buen camino, con la Teoría de la Relatividad a la cabeza.

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