Conoce el yoga Iyengar: la práctica que puede llevarte a otro estado de conciencia

Conoce el yoga Iyengar: la práctica que puede llevarte a otro estado de conciencia

Conoce el yoga Iyengar: la práctica que puede llevarte a otro estado de conciencia

El yoga es una práctica milenaria y proviene de Oriente. Practicarla en nuestras selvas de concreto occidentales, y en pleno siglo XXI, parece algo ¿anacrónico? ¿fuera de lugar? Lo cierto es que, actualmente, hacer yoga no es un capricho ni una moda –una muestra contundente de ello está en el documental Yoga, la arquitectura de la paz–. Por eso, para quien se compromete realmente en su práctica disciplinada, el yoga no es ni siquiera una rutina más de ejercicio o de estiramiento, sino una forma de vivir y de poner en equilibrio la existencia.

Es así que la práctica del yoga es una que se puede retomar, estemos donde estemos y seamos de donde seamos. Sólo tenemos que ser conscientes de lo que implica. Para esto es necesario comprometernos no sólo física o mentalmente, sino también espiritualmente. Es un compromiso incluso ético, y eso es algo muy presente en el yoga Iyengar.

Es a través del cuerpo que te das cuenta de que eres un chispazo de divinidad. (B. K. S. Iyengar)

Entre las muchas escuelas que existen, provenientes de diversas cosmovisiones, la del yoga Iyengar es quizá una de las más profundas entre aquellas que más se popularizaron. Este estilo es ideal para todos los que no se han decidido a practicar el yoga por sentir que su versión occidental es una versión deslavada. Pero realmente es todo menos eso. Y el yoga Iyengar lo demuestra, siendo una práctica exigente pero a la vez coherente, tanto para la mente como para el cuerpo. Y con mucho contenido que también alimenta al espíritu.

Todas las escuelas de yoga complementan su práctica de asanas (posturas) con un extenso bagaje teórico y hasta histórico que debemos conocer. Esto, en primer lugar, para decidirnos por el estilo al que mejor podamos adecuar nuestros intereses y aspiraciones. El yoga Iyengar se basa en ocho estadios que deben recorrerse para llegar al dharna (concentración), al dhyana (meditación) y finalmente al samadhi (estado superior de conciencia).

Es a través del alineamiento del cuerpo que descubrí el alineamiento de la mente, el yo y la inteligencia. (B. K. S. Iyengar)

En el yoga Iyengar se deben realizar las asanas privilegiando la atención que se pone en cada momento de su ejecución. Para ello, debemos enfocarnos en la respiración y en lo que los órganos sensoriales comunican en nuestro interior. Lo mejor es el cuidado que se pone en este estilo a la correcta alineación del cuerpo, lo que lo hace una forma de yoga más profunda que las clases “exprés” o de mero estiramiento sinsentido.

Así, esta escuela de yoga, fundada por el maestro indio y gran difusor B. K. S. Iyengar –quien fuera una de las personas mas influyentes en 2004, según la revista Times–, se caracteriza por brindar un camino pausado pero seguro hacia una transformación radical de la conciencia. A partir de su práctica podemos realmente llegar a percibir que estamos en la nada: que nuestra conciencia se ilumina y nos liberamos realmente de los amarres materiales.

Si quieres conocer más de esta escuela de yoga, te recomendamos buscar en línea algunos de los muchos libros del maestro B. K. S. Iyengar, o sus entrevistas en YouTube. Son imperdibles.

 

* Imágenes: Yoga Journal; 2) Mirrorpix

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