El Sol continúa en su pico hacia el máximo de su ciclo número 25 y ha arrojado una tormenta solar que colisionó con la Tierra hace unas horas, aunque se espera que los choques de plasma solar continúen en pleno solsticio de diciembre.
Hace una semana, los físicos solares vieron emerger una serie de manchas solares en la cara de la estrella que mira hacia nuestro planeta. La mancha de nombre AR3165, al parecer es la más inestable del grupo y es la responsable de arrojar una tormenta solar hacia la Tierra.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, desde el 15 de diciembre AR3165 ha generado más de 18 llamaradas solares de clase M (de mediana intensidad). No obstante, la llamarada más fuerte que se cree que se trató de una eyección de masa coronal, impactó de lleno al campo magnético de la Tierra el pasado 19 de diciembre. El impactó abrió un agujero en la magnetosfera del planeta y a su vez, propició una tormenta geomagnética G1 que está catalogada como débil.
Si bien este tipo de tormentas geomagnéticas no son peligrosas para la vida en nuestro planeta, son capaces de generar apagones temporales de radio de onda corta e interrupciones intermitentes en los sistemas de geolocalización GPS.
Tormenta solar golpeará la tierra durante el solsticio
Los observadores solares de la NOAA que se encuentran en órbita, han pronosticado que una nueva tormenta geomagnética golpeé la Tierra durante el solsticio de diciembre que ocurrirá el día 21.
La oficina ha dicho que la tormenta será provocada por un par de corrientes de viento solar, que una al lado de la otra, rozarán el campo magnético de nuestro planeta. Los datos satelitales apuntan a que el material gaseoso salió disparado desde un doble agujero en la corona solar.
Se espera que la tormenta geomagnética se produzca el 21 de diciembre y no provoque mayores daños, salvo intermitencia en las comunicaciones de radiofrecuente de onda corta e interrupciones en el sistema de geolocalización.
Un archipiélago de manchas solares
El Sol se está preparando para llegar a su máximo solar, que es el pico más alto del ciclo solar número 25 que actualmente atraviesa la estrella anfitriona de nuestro sistema planetario. Cuando esto sucede, comienzan a aparecer puntos negros en la superficie solar a las que se les denomina manchas solares, mismas que fluctúan en presencia y tamaño dependiendo de la actividad solar.
Es en estas regiones donde los poderosos campos magnéticos creados por el flujo de cargas eléctricas del plasma solar, se anudan hasta tensionarse. Cuando finalmente se rompen, generan una liberación de energía que se traduce en ráfagas de radiación a las que llamamos tormenta solar. Además, estas erupciones pueden traer consigo la liberación de plasma solar que sale disparado hacia el espacio y que se conoce como eyección de masa coronal (CME).
Cuando el producto de la tormenta solar choca con la Tierra, se genera a su vez lo que llamamos tormenta geomagnética que es cuando los chorros de plasma interactúan con las líneas magnéticas de nuestro planeta. Es precisamente esto lo que genera que las comunicaciones se vean interrumpidas y con intermitencias.
Recientemente el astrofotógrafo Eduardo Schaberger Poupeau, logró capturar la serie de manchas solares que están ocasionando la liberación de CME hacia la Tierra. En su imagen se puede observar el archipiélago de manchas solares que apareció la semana pasa en el extremo nororiental del Sol. El complejo abarca desde AR3169 y hasta AR3171, son las más activas actualmente.