El desarrollo tecnológico es un proceso que parece inacabado, pues constantemente salen a la luz nuevos métodos para observar la realidad y fluir a través de ella. Sin embargo, cuando se trata de telescopios espaciales, es imposible renovarlos en periodos de tiempos tan cortos y es por esto que la mayoría de los telescopios que actualmente están en funcionamiento, están a punto de llegar al final de su vida. Claro que no sólo se trata del final de una era tecnológica espacial, sino del comienzo de otra mucho más puntual y precisa, que gestará a los telescopios más potentes del mundo.
Conforme avance la década, se instalarán en el espacio y en tierra firme, nuevos dispositivos de observación, comenzando por el Telescopio James Webb, que ya se encuentra órbita. Pero además del sucesor del Hubble, estos telescopios cambiarán la forma en la que vemos el Universo.
Thirty Meter Telescope (TMT)
Se espera que comience su construcción en los próximos años en la isla de Hawái. El Thirty Meter Telescope, pertenece a una nueva clase de telescopios extremadamente grandes que nos permitirán observar el espacio profundo, así como los objetos cósmicos en él, con una gran sensibilidad. Obtiene su nombre del tamaño total de sus espejos que comprenderá 492 segmentos hexagonales que darán forma al impresionante dispositivo.
Las imágenes del TMT Telescope serán hasta 12 veces más nítidas que las del Hubble, lo que abre la posibilidad de echar un vistazo hacia el pasado del Universo y descubrir indicios para comprender mejor la materia oscura.
Telescopio Extremadamente Grande (ELT)
El ELT ya ha comenzado su construcción en Atacama, Chile, como parte del European Southern Observatory (ESO). Contará con una tecnología de óptica adaptativa completamente innovadora que ayudará a corregir las distorsiones causadas por la atmósfera, con las que constantemente luchan los telescopios terrestres. Gracias a esto, podrá captar una calidad superior de imágenes incuso que telescopios ubicados en la órbita de nuestro planeta.
Los objetivos del ELT apuntarán hacia el estudio de marcadores biológicos en exoplanetas, agujeros negros, así como la evolución galáctica y el Universo primigenio.
Telescopio Gigante de Magallanes
Estará igualmente ubicado en el desirto de Atacama, en Chile, una de las regiones del mundo con mayores condiciones de oscuridad y visibilidad del cielo. Con una altura de 12 pisos, el Telescopio Gigante de Magallanes utilizará un total de 7 espejos primarios, cada uno con un tamaño de 8 metros de ancho. Según su sitio web, será cuatro veces más potente que el recién lanzado James Webb, y diez veces más potente que el Hubble.
Con una tecnología óptica-infrarroja, se centrará en el estudio de exoplanetas, sus atmósferas, así como en las ondas gravitacionales y objetos que son fácil de detectar en el infrarrojo cercano como sistemas planetarios.
Legacy Survey of Space and Time (LSST)
Otro de los suyos que también hace uso de las privilegiadas condiciones del desierto de Atacama, el LSST cuenta con la cámara digital más grande de todas, con una resolución de 3.200 millones de píxeles capaces de recopilar 15 terabytes de datos sobre los objetos cósmicos. Su objetivo central es proporcionar imágenes con una gran amplitud y con tal resolución, que los astrónomos puedan casi observar películas en stop-motion del Universo.
La diferencia de LSST con los telescopios anteriores, es que estos están diseñados para centrarse en objetivos específicos, mientras que el Legacy Survey of Space and Time capta escenas completas del Universo.