El Pentágono confirma que la selfie que circula en redes de un piloto con el supuesto globo espía chino de fondo, es verídica. La fotografía comenzó a circular en la web y finalmente el Departamento de Defensa de los Estados Unidos la compartió de manera oficial.
Una selfie en las alturas
Hace unas semanas salió a la luz el derribo de un supuesto globo espía chino que causó conmoción en el gobierno estadounidense. En el momento no se supieron con claridad las características del artefacto y aunque salieron a la luz fotografías del momento del derribo, la curiosidad invadió la web.
Ahora ha salido a la luz una toma aérea donde se ve con más detenimiento al supuesto globo espía. Se trata de una selfie capturada por uno de los pilotos en su cabina de vuelo cuando el globo ingresó al espacio aéreo y se le analizó con detenimiento para tomar una decisión.
En un inicio la selfie fue reportada por CNN, no obstante, no se sabía si se trataba de un archivo verídico, pero ahora el Pentágono ha salido a confirmar que se trata de una fotografía tomada por uno de sus pilotos y la ha compartido de manera oficial. La imagen muestra al misterioso globo de color blanco que está unido a una serie de paneles solares colgando debajo de él, sobre la superficie del globo también es posible ver la sombra reflejada de una de las alas del avión U2 en el que iba a bordo el piloto. En una perspectiva más cercana se aprecia claramente parte del equipo de seguridad del piloto, así como parte de la nave.
Supuesto globo espía chino
Poco a poco los datos sobre avistamientos de fenómenos voladores no identificados han comenzado a surgir de manera oficial y no es que precisamente se trate de naves espaciales extraterrestres, pero han consternado al mundo tomando en cuenta que la tecnología humana cada día está más avanzada y pone en peligro las tensiones geopolíticas.
Hace unas semanas el Departamento de Defensa de los Estados Unidos informó sobre al menos tres objetos cuya procedencia es desconocida. Los fenómenos voladores que aparecieron sobre Alaska, el río Yukón (Canadá) y el lago Hurón fueron derribados por órdenes directas del presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro canadiense Justin Trudeau. Se desconoce la procedencia de los objetos, no obstante, el gobierno de los Estados Unidos dijo que no encontraron ninguna evidencia de que se tratara de tecnología extraterrestre.
Aparte del avistamiento de los tres fenómenos aéreos no identificados, días antes había aparecido un globo por los cielos del país norteamericano. El artefacto atravesó el espacio aéreo de varios estados y llegó hasta el Océano Atlántico en donde se tomó la decisión de derribarlo. El Departamento de Defensa, lanzó un misil desde un avión de combate F-22 Raptor, para finalmente recuperar los restos y analizarlos.
Se dijo que se trató de un globo espía chino, por lo que las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos terminaron por resquebrajarse, pese a que el gigante asiático negó la acusación.