Cuando al observar el cielo, uno termina perdiéndose en su inmensidad, la estructura mental sufre una transformación. Al no poder comprender la dimensión de lo que yace ante nuestros ojos, que para nada se compara con nuestra diminuta corporeidad, entonces las incógnitas comienzan a surgir. Qué sucedería si la Tierra de pronto dejara de girar, o bien, qué pasaría si terminamos perdidos en el espacio. ¿Podríamos navegar dentro de un agujero negro? Las dudas giran y giran en la mente, hasta cuestionarse sobre qué pasaría si no hubiera gravedad.
Cabe aclarar que ante este último cuestionamiento, los científicos se han mostrado muy claros; es casi imposible que suceda. Pero en caso de que su curiosidad no quede tranquila con esta simple respuesta, muchos expertos se han planteado lo que pasaría si no hubiera gravedad. Y las posibilidades son un poco aterradoras.
Si la gravedad nunca hubiera existido
Es muy distinto preguntarse qué sucedería si la gravedad nunca hubiera existido, a cuestionarse sobre su desaparición en este momento. En el primer caso la respuesta es tan simple o compleja como usted quiera pensarlo. Es decir, aunque no se le de el peso necesario, la gravedad es en realidad la escultora de todo lo que conocemos.
Por lo tanto, si nos vamos por el camino simple bastaría decir que simplemente no estaríamos aquí y la vida nunca hubiera existido. Ni siquiera podría asegurarse que el Universo en sí mismo existiera, pues estrellas, galaxias, agujeros negros, nebulosas, la materia, absolutamente todo se formó gracias a la gravedad.
Cúmulo de galaxias captado por el Hubble.
El camino complicado es explicar a detalle la gran influencia que la gravedad tiene pero ya no en dimensiones macroscópicas sino en nuestro mundo diminuto. Quizá nunca se lo haya planteado pero el tamaño de las células biológicas individuales es inversamente proporcional a la intensidad del campo gravitacional que ejerce su fuerza sobre ellas. Así, el tamaño de las células está determinado por la gravedad. En un espacio donde el efecto de la gravedad fuese menor, las células serían más grandes.
Pero además, también propició la vida compleja en nuestro planeta. La biología se ha adentrado en el laberinto de tratar de explicar cómo fue que la vida evolucionó de lo más simple a lo más complejo. Y aunque desde luego que tiene premisas complejas, podría decirse que la gravedad es la verdadera escultora detrás de esto. Todo en nuestros cuerpos está adaptado a ella, desde la circulación de la sangre hasta el movimiento.
Gracias a ella desarrollamos un sistema de locomoción autodirigido. En otras palabras, la gravedad propició que no conserváramos el amorfismo en el cuerpo y que por el contrario, los seres comenzaran a desarrollar un sistema musculoesquelético con el cual repeler sus efectos. De no ser por ella, no habríamos evolucionado hasta caminar y quizá en un planeta con menor gravedad sólo existiríamos en forma de seres amorfos reptantes.
¿Y si desapareciera de repente?
Hasta ahora nos ha quedado claro de una u otra forma que, si la gravedad no hubiese existido desde el principio de los tiempos, no estaría leyendo estas líneas y yo escribiendo para usted. Es probable que ni siquiera la materia hubiera llegado a formarse y en cambio existiría otra cosa, no sabemos con exactitud qué. Pero, ¿qué pasaría si la gravedad desapareciera de repente?
Karen Masters, astrónoma de la Universidad de Portsmouth explora las consecuencias inmediatas de la falta de gravidez. El primer problema al que nos enfrentaríamos sería que la Tierra comenzaría a rotar a velocidades descomunales. Y al ya no tener un campo que nos mantenga con los pies en la tierra, toda la materia que no estuviera adherida a la superficie terrestre, saldría despedida hacia el espacio a grandes velocidades.
La atmósfera terrestre, los océanos, ríos y todo aquello que se mantiene en el planeta gracias a la gravedad, sería lo primero en perderse allá afuera. Luego las casas y todas las estructuras adheridas al suelo, colapsarían también aunque más lentamente y comenzarían a flotar hasta perderse. En este punto está claro que todos moriríamos casi instantáneamente. Finalmente el planeta mismo probablemente se rompería en millones de pedazos que terminarían flotando en el espacio.