La empresa biotecnológica Sinogene con sede en China, ha presentado el primer caso de clonación de una hembra de lobo del ártico, una especie que se encuentra bajo la categoría de ‘especie amenazada’ por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza. El hecho ha levantado gran controversia entre la comunidad genetista debido a una discusión ética, pues la clonación no está bien vista a menos que se utilice en especies en peligro crítico de extinción.
Loba del ártico Maya
La pequeña loba del ártico de nombre Maya, fue presentada ante los medios estatales chinos, cien días después de su nacimiento. Según los responsables a cargo del proyecto de Sinogene, la cachorra goza de buen estado de salud y está viviendo en el laboratorio de la empresa, que se ubica en la provincia de Jiangsu, en el este de China.
Acorde con la propia empresa Sinogene, el caso de Maya es un hito en la aplicación de la tecnología de clonación como un medio para la conservación de las especies. Aunque no toda la comunidad científica está de acuerdo con la empresa de biotecnología china.
“Para salvar al animal en peligro de extinción, comenzamos la cooperación de investigación con Harbin Polarland [un parque temático en la provincia de Heilongjiang] sobre la clonación del lobo ártico en 2020″, expresó Mi Jidong, quien funge como gerente general de Sinogene. “Después de dos años de arduos esfuerzos, el lobo ártico fue clonado con éxito. Es el primer caso de este tipo en el mundo”, agregó.
Proceso de clonación
Según la información dada por la empresa de biotecnología con sede en Pekín, la célula donante se obtuvo a partir de una muestra de piel de una hembra de lobo ártico de origen canadiense, cuyo nombre también es Maya. Pero el ovocito, que es las célula germinal que toma lugar en la reproducción y que de alguna manera podría decirse que es el precursor del óvulo, se obtuvo de una hembra de can cuya raza no fue revelada. La gestación, por su parte, se desarrolló en el útero de una perra de raza beagle, así lo dio a conocer Zhao Jianping, subdirector de Sinogene.
Este no fue un proceso sencillo, para obtener éxito en la clonación, se implantaron un total de 85 embriones en cuatro hembras de perras beagle. Zhao explicó que la elección de la raza para la gestación se debió a la similitud genética entre ambas especies.
Una vez que Maya alcance la edad suficiente, será trasladada a Harbin Polarland, un parque temático con animales que de por sí ya enfrenta una serie de cuestionamientos éticos ante los defensores de los derechos animales.
Debate ético ante la falta de regulación
La comunidad científica ha externado sus reservas ante el proyecto de clonación del lobo del ártico, debido a que si bien la tecnología de clonación ha avanzado enormemente, todavía no se puede garantizar que los animales clonados no desarrollen problemáticas de salud inherentes al proceso de clonación.
Además, muchos también argumentan que este tipo de procedimientos deberían utilizarse como último recurso para la conservación de la especies en peligro crítico de extinción. El lobo del ártico no es una de estas especies, en primer lugar, y además, no es un caso en el que la loba Maya tenga como destino la liberación en su hábitat natural, sino que pasará a formar parte de un parque temático que tiene como fin último el del lucro con los animales.
Esta no es la primera vez que China se ve involucrada en asuntos de clonación que desatan las criticas en el mundo entero. En 2021, laboratorios chinos crearon 132 embriones con una mezcla genética entre humano y macaco. Ante las inexistentes leyes regulatorias de la ingeniería biotecnológica y de modificación genética, muchos científicos acuden a los laboratorios chinos para llevar a cabo experimentos de esta índole, un asunto que debería presentar mayores normativas regulatorias. Todo lo anterior sin contar con la experimentación animal que sigue presentándose en laboratorios que en más de una ocasión ya se ha tildado como crueldad animal.
Crédito de imágenes: Sinogene.