Google consigue dejar atrás la supremacía cuántica de China y crea por primera vez un sistema de computación cuántica que aumenta de tamaño y capacidad, a medida que disminuye errores lógicos. Los expertos en el tema lo consideran un eslabón fundamental en el camino para volver de la tecnología una realidad cotidiana.
Google alcanza el segundo hito y va conforme al plan
Quantum AI es la sección del gigante Google dedicada al desarrollo de software y hardware cuánticos. Según una publicación en la revista Nature, la compañía ha alcanzado lo que denomina su ‘segundo hito’ en computación cuántica, acercándose cada vez más a crear una supercomputadora capaz de procesar cantidades exorbitantes de información en tan sólo unos segundos.

Según el plan de Google, este es el segundo de un total de seis hitos que finalmente llevarán al gigante a la creación de la computadora cuántica más potente de todas. El primero fue la supremacía cuántica alcanzado por Google a finales de 2019 y por China dos años más tarde, aunque esta última se posicionó en lo más alto de la tecnología. La supremacía cuántica consistió en la resolución de un problema imposible para cualquier computadora ordinaria.
Ahora, el segundo hito implica la reducción de las tasas de error que se producen durante la computación cuántica, hito que tardó cuatro años en completarse. No se espera el tercer hito quede resuelto antes de 2025, a menos que China o los gigantes informáticos estadounidenses como IBM y Microsoft, logren alcanzarlo para entonces. Además, según las proyecciones Google Quantum AI podrá construir la primera supercomputadora más potente para finales de la década.
Qué significa el segundo hito en computación cuántica
Publicado por decenas de científicos de Google Quantum AI, el hito consiste en la generación de un sistema de corrección de errores que genera la propia naturaleza física inestable de un ordenador cuántico. Cuando se trata de computación cuántica, se habla de velocidades vertiginosas de procesamiento de información y por lo tanto, la física detrás del hardware puede generar una inestabilidad peligrosa.
Al trabajar con dispositivos de alta potencia, cualquier luz o desperfecto es capaz de generar una serie de errores que ponen en juego el funcionamiento de la computación cuántica. Es por esto que trabajar en corregir tales disrupciones es vital para que el ordenador resulte efectivo.
Google Quantum AI ha conseguido lidiar con dicha inestabilidad de manera eficaz con la propiedad de amplificar el sistema a medida que se corrigen los errores. De momento el hito se ha logrado únicamente a una escala pequeña, pero la empresa ha demostrado que es posible seguir avanzando en materia de computación cuántica, ya que dicha corrección hasta ahora había sido imposible de resolver.
Las computadoras cuánticas trabajan con unidades de información distintas a los ordenadores convencionales, utilizando cúbits que no se limitan al uno y cero tradicionales de los bits informáticos. Los cúbits trabajan en ambos estados a la vez y gracias a esto, es posible crear una combinación innumerable de posibilidades que es lo que genera la gran rapidez de la computación cuántica. No obstante, tanta potencia trae consigo sus propias limitantes.
Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, explica que “los cúbits son tan sensibles que incluso una luz parásita puede provocar un error de cálculo. Y este problema es tanto más grave cuanto más grande es el ordenador cuántico”. Además se agrega el problema de que las supercomputadores trabajan mejor con grupos de cúbits en vez de cúbits en solitario, lo que da pie a más errores.

El equipo de Google es completamente consciente de esto y por ello se centró en la corrección de errores a través de los llamados ‘cúbits lógicos’, que son capaces de detectar y corregir errores. De esta forma, lograron que la corrección sea más rápida que los errores adicionales que se generan a medida que el sistema crece con adiciones de grupos de cúbits.
Hemos trabajado para conseguir este logro, y otros muchos que tenemos por delante, porque los ordenadores cuánticos tienen potencial para aportar beneficios tangibles a la vida de millones de personas”, dice Pichai. “Creemos que, algún día, los ordenadores cuánticos ayudarán a identificar moléculas para nuevos medicamentos o a fabricar fertilizantes con un menor consumo de energía; diseñar tecnologías sostenibles más eficientes, que irán desde baterías a reactores de fusión nuclear; y propiciarán avances en la investigación que hoy no podemos ni imaginar”.