Desde que tenemos memoria, miles de asteroides recorren el cosmos. El temor que provoca el paso de estas enormes rocas cerca del planeta Tierra es la causa por la cual la NASA intentará la primera misión de defensa planetaria con el asteroide Dimorphos.
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Año tras año, los científicos observan el recorrido de distintos asteroides con el fin de evitar una catástrofe terrestre. Sin importar a cuántos miles de kilómetros se encuentren, cada vez que un asteroide pasa relativamente cerca del planeta hay una razón más para estar atentos.
Es normal pensar que, al menos una vez cada cierto tiempo, una roca podría chocar con la Tierra. No sabemos con exactitud cuándo sucederá esto; sin embargo, la NASA ya descartó los próximo 100 años.
El asteroide Dimorphos y una nueva misión
Hasta ahora, el único asteroide que se acerca peligrosamente es el 2009FD y tiene alrededor de un 0.2% de probabilidades de chocar con la Tierra en el año 2185. A pesar de que posiblemente ninguno de nosotros llegue a vivir ese momento, la agencia espacial ya considera un plan de seguridad.
Más vale tener precaución, y por más lejos que se encuentre el asteroide 2009FD, es una amenaza real para la supervivencia en la Tierra. Para enfrentar esto, la NASA, en colaboración con la Agencia Espacial Europea, prepara lo que sería la primera misión de defensa planetaria.
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¿Qué asteroide desviará la NASA?
La prueba de doble redirección de asteroide (DART por sus siglas en inglés) es el ensayo de defensa planetaria que se lanzará contra el asteroide Dimorphos. Esta roca fue bautizada con ese nombre debido a que será el primer objeto cósmico que cambiará por intervención humana.
Como aún falta mucho para que el asteroide 2009FD se acerque, los científicos eligieron a Dimorphos para ensayar la misión de desvío. La defensa planetaria se planea para julio y septiembre de 2022 y, aprovechando el acercamiento no peligroso de Dimorphos, se probará la efectividad de un impacto cinético.
¿Qué provocará la misión de defensa planetaria?
DART es el primer intento de la NASA para desviar un objeto espacial a través de un impacto cinético. El proceso consistirá en lanzar una nave que viajará a través del espacio y se estrellará deliberadamente contra Dimorphos.
El objetivo principal es que el impacto logre cambiar la trayectoria de la roca. Al menos, que se logre un cambio en la velocidad del objeto ya sería un gran avance, según explica el astrónomo Andy Rivkin. De entre todas las posibilidades, la NASA consideró que la más adecuada y sencilla es el impacto cinético.
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La nave que produciría el impacto cuenta con paneles solares y una cámara que le ayudará a navegar e identificar el objetivo, así como a calcular el mejor punto de impacto. Asimismo, tiene un satélite cúbico que se desprenderá antes del choque con el propósito de capturar imágenes del momento del impacto.
