Un volcán activo ha sido descubierto en las profundidades del mar de Noruega y ha estado arrojando material de las entrañas de la tierra, pero además se trata de un volcán peculiar que expulsa lodo. Este tipo de volcanes son tan raros que es apenas el segundo de su tipo encontrado en la región.
Volcán de lodo recién descubierto
El fenómeno geológico inusual fue descubierto por la tripulación del buque de investigación Kronprins Haakon que se encontraba peinando la zona. El equipo de investigadores que incluye personal de la Universidad de Tromsø y la Universidad Ártica de Noruega, pusieron en marcha un vehículo submarino a control remoto llamado ROV Aurora y una vez que lograron sumergirlo a 400 metros de profundidad en el Mar de Barents, se llevaron una enorme sorpresa.

Al centro de un enorme cráter de 300 metros de ancho y 25 metros de profundidad en el sedimento marino, parecía haber una formación geológica extraordinaria y no se equivocaron. Una vez que el ROV Aurora llegó hasta el enorme cráter que se cree, es el resultado de una explosión de metano ocurrida poco después de la Era de Hielo, los investigadores divisaron una extraña fuente de material chorreante.
Fue entonces cuando comprendieron que se trataba de un volcán activo y aunque tiene un tamaño pequeño, con tan sólo 7 metros de diámetro y 2.5 metros de altura, es fascinante gracias a su extraña naturaleza. Se trata de un volcán de lodo que arroja material de las entrañas de la Tierra proveniente desde cientos de metros, hasta kilómetros por debajo del sedimento marino.
Una ‘ventana directa’ a las entrañas de la Tierra
El volcán está liberando constantemente un coctel rico en metano que contiene agua, gas y sedimentos finos de las profundidades por debajo del lecho marino. Los científicos dicen que el compuesto es muy valioso, ya que podría ofrecer una ‘ventana directa’ a las profundidades del interior de la Tierra.
“Ver una erupción submarina en tiempo real me recuerda cuán ‘vivo’ está nuestro planeta”, dice la profesora Giuliana Panieri, líder de la expedición e investigadora principal del proyecto.

A la fecha únicamente se conocen dos volcanes de lodo, contando el recién descubierto, ubicados en el Mar de Barents, al norte de la costa de Noruega. La otra formación geológica de tal naturaleza se llama volcán Håkon Mosby y fue descubierto en 1995. Se encuentra a una profundidad de 1,250 al sur de Svalbard.
Este tipo de formaciones son de gran importancia para comprender a la Tierra y también a otros planetas del Sistema Solar. “Comprender la evolución y composición de los fluidos nos ayuda a comprender su impacto potencial en el balance global de metano y puede informar lo que está sucediendo en otros planetas”, dice Panieri.
El cráter del volcán de lodo alberga una rica vida en el fondo del mar, que prospera en los flancos empinados de las costras de carbonato que se formaron hace miles de años. Este hábitat único incluye anémonas de mar, esponjas, esponjas carnívoras, estrellas de mar, corales, arañas de mar y crustáceos. Una muestra lo grandioso que es nuestro planeta y cómo la vida es capaz de prosperar en cualquier rincón.