La impresionante morfología terrestre está llena de sitios misteriosos que el humano apenas si puede imaginar. No sólo son las cordilleras que se alzan a miles de metros sobre la superficie, sino la gran cantidad de formaciones extrañas que impresionan a todo aquel explorador que se atreva a descubrirlas. Pero sin duda los sitios que más intrigan causan, son aquellos que descienden sobre la superficie terrestre ya que generan incertidumbre sobre lo que yace allí adentro. En Yemen existe lo que muchos llaman la entrada al inframundo, el llamado Pozo del Infierno cuya profundidad nadie conocía, hasta hace unos días que humanos pisaron por primera vez el fondo.
Prisión de demonios
El Pozo de Barhout era hasta hace poco tiempo, uno de los sitios a los que el hombre no había sido capaz de adentrarse. El que nadie supiera su profundidad despertaba los más extraños relatos sobre esta formación natural. Y no es que no se hubiera intentado explorar, de hecho, varios equipos de escalada ya habían ingresado al llamado Pozo del Infierno con la intención de descubrir sus secretos. Sin embargo, ninguna expedición había logrado pisar el fondo por problemas en la falta de equipo para descender hasta lo más profundo de él.
En el desierto de la provincia de Al Mahra en Yemen, se abre un enorme agujero de 30 metros de diámetro llamado Pozo de Barhout. Y cuyo nauseabundo olor le ha valido el título de Pozo del Infierno. El misterio alrededor de esta formación natural ha permeado durante décadas en las regiones cercanas. Los lugareños tienen la creencia de que se trata de una prisión donde yacen los demonios llamados Djinns. Por esta razón los mitos y temores alrededor de él lo han convertido en uno de los pocos sitios inexplorados de Yemen. Sin embargo, esto ha cambiado recientemente, por primera vez han descendido por el misterioso agujero.
Un largo descenso
Finalmente, el hito se lo ha llevado el Equipo de Exploración de Cuevas de Omán (OCET). Ocho espeleólogos descendieron hasta la parte más profunda del Pozo del Infierno y establecieron por primera vez una cifra. Según su expedición, el pozo tiene un descenso de 112 metros desde la superficie terrestre y no encontraron ningún Djinns.
Lo que si encontraron fueron decenas de aves muertas, además serpiente vivas que han convertido al pozo en su hábitat. Pero ningún indicio de olores nauseabundos como los que describen los lugareños. La cueva está también conformada por las llamadas perlas de las cavernas grises, que son pequeñas esferas que se forman en el agua cuando las sales de calcita se van depositando en capas alrededor de un cuerpo de mayor tamaño. Así se forman esferas grises de gran belleza que se instalan en las profundidades de las cavernas.
Uno de los espeleólogos al fondo del pozo. Oman Cave Exploration Team[/caption]
El misterio del Pozo del Infierno parece no tener ninguna índole sobrenatural, lo que sí es que es una gran formación natural digna de admirar. Como quiera que sea, el equipo de espeleólogos tomaron muestran de agua, rocas, tierra y de algunos animales muertos para determinar las condiciones del fondo del pozo. Mismos que serán llevados al laboratorio para analizarlos con detenimiento y elaborar un informe que aclare un poco más el misterio del Pozo del Infierno en Yemen.