De manera similar al sonido que emitimos cuando terminamos de beber algo con una pajilla, los árboles avisan cuando han absorbido toda el agua del suelo que los rodea. La razón detrás de estos extraños sonidos había eludido a los científicos hasta que en 2013, durante la conferencia de la American Physical Society, científicos de la Universidad de Grenoble (Francia) presentaron los resultados de una investigación sobre cómo es que los árboles que pasan por una sequía emiten sonidos.
Para determinar esto último, los científicos insertaron una muestra de madera de pino con el xilema intacto dentro de una cápsula con gel. Después evaporaron el agua del gel para imitar lo que sucede durante una sequía, mientras grababan un video y el sonido de lo que ocurría. Descubrieron que el sonido era el resultado de la cavitación, un proceso hidrodinámico en el cual el fluido se descomprime. En el caso de los árboles esto se debe a que durante una sequía el árbol debe jalar el agua restante con más fuerza, haciendo que la columna de agua se rompa y que surjan burbujas. Si hay demasiadas burbujas, el árbol muere.
Tras su descubrimiento, los científicos señalaron que esperaban que haber definido la proveniencia del sonido y la manera en la que se rompían las columnas de agua dentro de los tubos del xilema, podría servir en el futuro para prevenir la muerte de árboles que se encontraran desesperados por la falta de agua.
Los resultados demuestran que basta con poner un poco de atención para poder oír el grito de la Madre Naturaleza.