Australia es una caja de Pandora cuando de diversidad se trata, las especies más extrañas del mundo habitan ahí, es de esperarse que sus paisajes sean igualmente asombrosos y distintos a lo que habitualmente estamos acostumbrados. El lago Hiller es precisamente el epítome que retrata a la perfección esta idea, pues parece que fueron sus entrañas las que propiciaron el nacimiento del color rosa.
La belleza del lago Hillier
Ubicado en la Isla Middle, la mayor de todo el conjunto de islas e islotes que conforman el archipiélago Recherche frente a las costas sur de Australia. El lago es una rareza en medio de un paraíso natural, su característica más sobresaliente desde el momento en que se le divisa por los aires, es su color rosa vibrante que contrasta con el azul profundo del Océano Índico que se ubica muy cercano a él.
El lago Hillier parece no ser tan extenso comparado con la inmensidad del océano que yace frente a él, pero en realidad tiene un tamaño que supera el medio kilómetro (600 metros) de largo por 250 metros de ancho. Toda su composición está recubierta por una tonalidad rosa que lo separa de su límite de color arena y del follaje verde del resto de la isla, donde habitan árboles de corteza de papel y eucaliptos.
Pero sin duda lo que más llama la atención del lago Hillier es la enigmática coloración rosada de sus aguas. No se trata de un agua parecida a la de otros lagos similares en el resto del mundo, ya que es todavía más fuerte y no hay todavía una explicación clara al respecto.
La mayoría de lagos rosados en el mundo, obtienen su coloración debido a la descomposición de la luz y la incidencia de los colores de su elementos que suele estar conformado por minerales altos en sales. Algunos otros mantienen su color rosa gracias a las algas que viven dentro de ellos.
Los investigadores no saben con certeza qué causa su peculiar tonalidad, pero creen que puede deberse a los dos factores anteriores. Es decir que no sólo existe la presencia de un organismo llamado Dunaliella salina, sino que esta a su vez generan que el contenido rico en sales produzca una tonalidad rojiza que es la que le da su toque mágico. El agua de Hillier conserva su rosa vibrante incluso si se toma una pequeña cantidad y se el envasa en recipiente transparente, razón por la que es objeto de investigación por parte de los biólogos. También se sabe que no existe la presencia de un ecosistema macroscópico que incluya peces, sino que todas las formas de vida en el lago, son microorganismos y bacterias.
Pese a la alta composición salina del lago que supera la del mar muerto, es seguro nadar en él. Sin embargo, se trata de una belleza natural que está protegida y únicamente se le visita con fines de investigación. Para los turistas sólo existe la posibilidad de visitarlo por aire, mediante un paseo por helicóptero.