Incesantes emisiones de carbono son enviadas cada día hacia la atmósfera como parte de las actividades antropogénicas. Estas a su vez impiden que el calor escape hacia el espacio, provocando el calentamiento global que ya es imposible negar. Si bien son invisibles y por esta razón se ha tornado difícil comprender su dinámica, la NASA ha creado un video en donde se muestra cómo interactúan y cómo eso afecta al planeta.
Haciendo visibles las emisiones de carbono
Usando datos recopilados por la Oficina de Asimilación y Modelado Global de la NASA, los científicos han podido crear una serie de tres videos donde se puede ver claramente dónde se genera el mayor número de emisiones de dióxido de carbono y su movimiento a través de la atmósfera.
“Las nuevas técnicas de modelado por computadora en la Oficina de Asimilación y Modelado Global de la NASA nos permiten diseccionar nuestra atmósfera y comprender algunos de los principales contribuyentes a este aislante fuera de control”, explica la NASA.
Los modelados se dividen en tres videos que cubren diferentes regiones del mundo. En ellos se puede ver claramente la liberación de CO2 durante el 2021 dividido en cuatro contribuyentes principales: en color naranja están representados los combustibles fósiles, en rojo la quema de biomasa, en verde los ecosistemas terrestres y finalmente el azul muestra las emisiones del océano. Los puntos en la superficie también muestran cómo el dióxido de carbono atmosférico es reabsorbido por los ecosistemas terrestres en verde y el océano en azul.
El primer video de la serie muestra tales interacciones de las emisiones lanzadas desde el continente americano. Puede ver cómo el punto más importante de contaminación se encuentra en el noreste de los Estados Unidos, y la reabsorción de dichas emisiones sobre la selva amazónica a medida que las plantas absorben carbono mientras el sol brilla y luego permiten que se acumule durante la noche.
El segundo video destaca lo que está sucediendo en Asia y Australia. Algunas características interesantes incluyen un “importante punto crítico de contaminación cerca de Beijing, China, y la relativa falta de emisiones de combustibles fósiles en todo el continente de Australia, donde hay una baja densidad de población”, describe la NASA.
Finalmente, el último video muestra la emisiones provenientes de Europa, Medio Oriente y África. Se hace evidente que las emisiones de combustibles fósiles más altas provienen de Europa y Arabia Saudita, así como la nube roja de emisiones de quema agrícola proveniente de África central.
¿Cómo afectan las emisiones de carbono al planeta?
Si bien el dióxido de carbono tan sólo representa el 0.04% de los gases que habitan en la atmósfera, su presencia ha estado cambiando la dinámica atmosférica de manera profundo. El CO2 se extiende por toda la atmósfera e impide la dispersión natural de la radiación de calor hacia las capas más altas de la atmósfera. La consecuencia inmediata es que la Tierra se ahogue en calor a medida que las temperaturas suben y las emisiones no ceden debido a la falta de esfuerzos para abandonar los combustibles fósiles.
Actualmente los niveles de CO2 están un poco por debajo de las 420 partes por millón, que aunque puede parecer bajo, es más alto de lo que ha sido durante millones de años cambiando únicamente por incidencia del hombre y no de forma natural. Esto nos hace reflexionar sobre las políticas de papel que por más que alardean sobre la disminución de emisiones de carbono, los esfuerzos se quedan en palabras y no se hace lo suficiente para aminorarlas.
Si alguna vez necesitó un claro recordatorio del efecto de quemar carbón, gas y petróleo, ahora apodemos visualizarlo con esta serie de videos y ciertamente el resultado es devastador. No es sorpresa que actualmente el mundo se esté ahogando en olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas cada vez más extremas, así como el nacimiento de microclimas potenciados por la acción del hombre.
Todavía se pueden tomar medidas para mitigar la crisis climática, aunque claro que los cambios deben ser radicales para subsanar el daño que le hemos hecho al planeta como humanidad.