Desde la lejana Mongolia, atravesando por los pueblos africanos, los pueblos tradicionales australianos y llegando hasta la Amazonía, los indígenas se han encargado de salvaguardar a los bosques y biomas naturales más importantes del planeta. Con su visión de respeto hacia la naturaleza, han abogado por su defensa. Sin embargo, pocos son los recursos a los que han tenido acceso para este fin. Y, por el contrario, han sido objetos de amenazas y agresiones. Un tema que se puso sobre la mesa en la COP26 que se está llevando a cabo en Glasgow y que ha arrojado un acuerdo histórico que pretende ofrecer 1,500 millones de euros destinados a los indígenas para la protección de los bosques.
Desde Mongolia hasta la Amazonía
Más del 80% de la biodiversidad del planeta es administrada por los pueblos indígenas. Sin embargo, un estudio reciente de Rainforest Foundation Norway, estipula que reciben menos del 1% del presupuesto destinado mundialmente para la reducción de la destrucción de bosques. En ese sentido, los países participantes en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), han decidido llegar a un acuerdo para realzar el papel de los pueblos indígenas como guardianes de la naturaleza. Y así, resaltar su valioso esfuerzo en el cuidado del planeta.

Walelasoetxeige Paiter Bandeira Surui, un activista indígena del pueblo Paiter Surui en Brasil, en el marco de la COP26. AFP
Reino Unido, Noruega, Alemania, los Países Bajes y 17 donantes de los Estados Unidos, se han comprometido a ayudar económicamente a la causa. En plena COP26 que se está llevando a cabo en Glasgow desde el 31 de octubre y hasta el 12 de diciembre, han mostrado un acuerdo histórico en donde se le destinarán 1,470 millones de euros a los pueblos indígenas, desde ahora y hasta 2025. El dinero se otorgará a las comunidades que conforman la Alianza Global de Comunidades Territoriales (GATC). Una coalición de organizaciones africanas, asiáticas y latinoamericanas de grupos indígenas que en total representa a 24 naciones y del que forman parte 35 millones de personas.
Total gestión de los pueblos tradicionales
Lo realmente importante de estas aportaciones, es que el dinero no irá a parar a manos de las grandes organizaciones conservacionistas que suelen gestionar los presupuestos del que los indígenas no ven ni rastro. En cambio, será administrado directamente por las comunidades dedicadas a la protección de los bosques en primera línea.
En ese sentido, no sólo ayudará a combatir la deforestación, sino a afianzar las actividades de protección en su territorio y salvaguardar la integridad de sus defensores. Así como a la utilización de tecnologías como el mapeo de los territorios para detectar focos rojos de deforestación y actuar de manera más rápida.
“Es la primera vez que vemos una respuesta global a nuestras peticiones. Es el principio de la protección de nuestra gente, pero se necesita más apoyo. No hay solución a los problemas de la naturaleza sin que los indígenas estemos en el centro”- Victoria Tauli-Corpuz, activista indígena y defensora de los derechos de los pueblos indígenas.
Han hecho resonar su voz en otras conferencias
La COP26 no es la primera conferencia sobre el cambio climático en la que hacen presencia las comunidades indígenas. Hace unos meses hicieron resonar sus voces en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Presentaron una iniciativa que pedía que cuatro quintas partes de la Amazonía se declararan como áreas protegidas para 2025. Con un voto unánime avasallador, el congreso aprobó la moción por lo que se están buscando los medios para que la iniciativa se cumpla.
Si queremos minar el calentamiento global y mantener el aumento de temperatura global en el mínimo posible, debemos escuchar las voces indígenas. Ellos han logrado vivir y gestionar con los recursos de la tierra de manera sostenible desde tiempos antiguos. En su cosmovisión, la Madre Tierra ocupa un lugar central cuyo respeto es primordial para mantener el equilibrio planetario.