Teóricamente la Vía Láctea es visible por las noches en todo el mundo durante los 365 días del año, no obstante, cuando la observación se lleva a la práctica, nos encontraremos con diversos factores que limitan la visibilidad del cielo y que, por tanto, obstruyen nuestra perspectiva de la Vía Láctea. En estos casos lo que puede hacerse es estimar qué días la visibilidad es más óptima para lograr contemplar la majestuosidad del cielo lleno de colores explosivos durante las noches. Existe algo conocido como la ‘temporada de la Vía Láctea’ que es cuando más fácil puede verse, aquí algunas claves importantes para lograr su observación astronómica.
Cabe aclarar que muchos factores pueden interponerse en la visibilidad de la galaxia, como el clima, los niveles de oscuridad y la contaminación lumínica. El lugar ideal para mirarla siempre será una región alejada por completo de toda ciudad para evitar que las luces artificiales cieguen nuestra visión del cielo, es decir, se requieren los mayores niveles de oscuridad posibles.
Otro factor que incide en gran medida en la visibilidad de nuestra galaxia anfitriona es la posición geográfica, ya que puede afectar o beneficiar la observación. Por ello explicaremos cómo ver a la Vía Láctea principalmente en América del Norte y América del Sur.
El mejor momento para ver la Vía Láctea en América del Norte
En general la temporada de la Vía Láctea para el hemisferio norte es de febrero hasta octubre. No obstante, tal como hemos dicho antes, la latitud influye en gran medida ya que en algunas regiones la temporada es más larga que en otras.
Para las latitudes más hacia el sur en el hemisferio norte de América, es decir, la región que abarca desde México hasta el sur de los Estados Unidos, la mejor temporada para ver la Vía Láctea se extiende desde finales de marzo y hasta finales de septiembre. (Aquí un listado de los mejores sitios para ver estrellas en México).
En cambio, en las latitudes más hacia el norte de los Estados Unidos, la mejor época para mirar la galaxia va desde finales de marzo y hasta finales de agosto. Una temporada un poco más corta comparada con las latitudes más céntricas.
Finalmente, en las regiones más septentrionales, es decir, más apegadas al Ártico como lo son Canadá, Alaska y Groenlandia, las fechas de visibilidad se ven todavía más reducidas pues abarcan únicamente de mediados de abril a mediados de julio.
El mejor momento para ver la Vía Láctea desde América del Sur
La temporada de la Vía Láctea en general para todo el hemisferio sur al igual que en el norte, va de finales de febrero a finales de octubre. Y al igual que en el caso del hemisferio norte, la temporada con mayor visibilidad varía según la latitud, siendo más extensa en las regiones más céntricas al ecuador, que aquellas que están más apegadas hacia la Antártida.
Las fechas son muy similares a las anteriores pero en sentido inverso, es decir, entre más apegado al centro, más extenso es el lapso de tiempo que se tiene para mirar la Vía Láctea en el cielo. Por el contrario, entre más hacia el sur, menor será la temporada para observarla.
¿Cuándo es la mejor hora para ver la Vía Láctea?
Una vez que sabemos en qué meses es más probable que podamos admirar nuestra galaxia anfitriona, otro de los factores a saber para la observación, es la hora adecuada. Como podrá suponer, entre mayor oscuridad, mayor visibilidad, es por esto que la mejor hora es cuando la luz del sol esté completamente oculta y la negrura más densa se apodere de los cielos.
De entre las 00:00 y las 05:00 horas es el periodo donde la oscuridad se vuelve más profunda y nos permite observar los cuerpos celestes. Pero además debe considerar que la Luna debe estar en su fase nueva para que su luz no limite la visibilidad.
Indicaciones finales
Con toda la información anterior podemos hacer un pequeño listado de los factores a considerar par la observación astronómica de la Vía Láctea: