El cúmulo estelar de las Pléyades es visible en casi todo el mundo, por lo que es uno de los enjambres de estrellas más famosos entre los amantes de la observación astronómica. Conocido también como M45, el conjunto de puntos brillantes en el cielo se vuelve más relevante todavía durante el invierno y aquí te damos algunas claves para observarlo en el cielo.
Las Siete Hermanas se destacan en el cielo por ser uno de los pocos cúmulos que se pueden admirar a simple vista. De primer vistazo sólo se ve un haz de luz brillante en el cielo, pero conforme los ojos se acostumbran a la oscuridad, de pronto empiezan a surgir más y más estrellas reunidas en un mismo punto. Aunque hay que decir que no es fácil de distinguir pues se trata de un cúmulo en donde las estrellas están tan cercanas que no ocupa mucho espacio en nuestra perspectiva de la bóveda celeste.
Dependerá mucho de la habilidad visual de cada quien, pero en promedio las personas pueden llegar a distinguir hasta 7 estrellas. Desde luego que hay quienes poseen un sentido de la vista tan excepcional que aunado con unos binoculares básicos, han llegado a contar hasta 20 destellos luminosos en el cúmulo, pero de estos, 7 son los más brillantes y los que se pueden ver a simple vista.
Por qué las Pléyades anuncian el invierno
Si bien las Pléyades pueden verse en casi todo el mundo y durante muchas épocas del año, en el hemisferio norte anuncian la llegada del invierno debido a que a partir de noviembre se les puede ver desde el anochecer y hasta el amanecer. A partir de aquí y durante todo el invierno, el parche brumoso de estrellas azules se adhiere a la cúpula celeste y recorre su trayectoria cerca de la eclíptica. Una vez que podemos ver las Pléyades casi desde que anochece y hasta el amanecer, significa que el invierno está cerca, de lo contrario sólo se pueden admirar durante un cierto corto periodo de tiempo.
El cúmulo de haces azules electrizante, está compuesto por estrellas calientes del tipo espectral B, que se ubican muy cerca de la constelación de Tauro y se han formado durante los últimos 120 millones de años. La distancia precisa a la que se encuentran es todavía imprecisa, pero los astrónomos creen que están a aproximadamente 444 años luz de nuestro Sistema Solar.
Cómo ver las Pléyades en el cielo
No son un cúmulo tan complicado de distinguir, una vez que se localizan en el cielo, el verdadero problema radica en encontrar la oscuridad necesaria para poder ubicarlas. Pero se puede ayudar con otras estrellas más brillantes, gracias a que las Pléyades se encuentran entre dos grandes constelaciones fáciles de distinguir. Por un lado tenemos a la constelación del cazador, Orión se alza a la sureste del cúmulo. Mientras que del otro lado veremos a Tauro, la famosa V liderada por Aldebarán.
A partir de noviembre, ubique el cinturón de Orión en el cielo, que se describe como las tres estrellas contiguas que más llaman la atención en toda la bóveda. Luego trace una línea imaginaria a partir de las tres estrellas y únala a la constelación de Tauro, específicamente con Aldebarán. Esta última es la estrella principal de la constelación del toro y se identifica inmediatamente por ser la única estrella de color rojo que se observa en el área. Proyecte un poco más la línea luego de haber encontrado a Tauro y enseguida encontrará a las Pléyades que de inmediato llaman la atención por ser un parche borroso de color azul electrizante.