La ciencia ha escuchado la plegaria de muchos y creó ocho recomendaciones básicas que harán de tu bolsillo el lugar más feliz de la Tierra. Aprende a gastar tu dinero inteligentemente y verás rendir cada centavo, además de ser más feliz.
Lo primero que debes hacer es olvidar la idea de que el dinero es felicidad. Tener millones no garantizará que las deudas desaparezcan, pues incluso pueden aumentar. Lo que realmente garantiza la felicidad de tus bolsillos es gastar con sabiduría.
El conocimiento no llega solo, así que la ciencia destinó un tiempo para profundizar en los ocho principios básicos de cómo gastar el dinero y reforzar el placer de gastar inteligentemente. Todos nos relacionamos de forma distinta con el dinero: podemos ser ahorradores o derrochadores en potencia, le otorgamos un signo de valor o estatus o, finalmente, creemos que más dinero resolverá todo.
El segundo paso es identificar cuál de estos cuatro tipos de relación tienes con el dinero. Una vez que sepas cuál es tu perfil, podrás explorar las posibilidades de gastarlo con inteligencia para lograr una satisfacción duradera y no fugaz.
Para esto, los expertos decidieron proponer una nueva teoría del gasto del dinero que empieza con la frase “El dinero no puede comprar la felicidad si no sabes cómo gastarlo”. Para alcanzar la felicidad es necesario saber qué trae a nosotros esa sensación y qué la sostiene, es decir, la fuente de la felicidad.
Una investigación publicada en el Journal of Consumer Psychology plantea que “el dinero es una oportunidad para la felicidad, pero es una oportunidad que las personas malgastan habitualmente porque las cosas que piensan que los harán felices a menudo no lo hacen”.
Si lo que quieres saber es cómo gastar tu dinero inteligentemente y acumular satisfacción real, los autores del estudio proponen ocho principios para comprar, gastar e invertir con sabiduría.

@MaximillianNYC
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8 principios para gastar tu dinero inteligentemente
1. Compra más experiencias y menos bienes materiales
¿Cuántas de las cosas que compraste hace 2 meses permanecen contigo o las usas seguido? Si la respuesta fue “casi nada” o “muy poco”, entonces estas invirtiendo incorrectamente tu dinero. Gastar en experiencias es algo que no tiene caducidad y se convierte en parte central de tu identidad.
2. Usa tu dinero en beneficio de otros
Una parte de alcanzar la satisfacción personal es a través de apoyar, donar o ayudar con tu dinero. Como seres sociales, las acciones en las que aportamos algo a alguien se asocian directamente con el aumento de la felicidad. Intenta destinar una parte de tus ingresos a buenas causas para elevar tu satisfacción personal.
3. Lo pequeño cuenta
La felicidad fugaz de las cosas pequeñas es una pérdida de capital que pocos reconocen. Muchos se adaptan a una rutina de pequeñas compras que se convierten en ganancias fugaces y pérdidas seguras. Cafés, comida chatarra, dulces, ropa, etc. Gasta en aquello que te dará un beneficio a largo plazo. Aprende a dividir tus ganancias en beneficios prolongados y así jamás sentirás que la sensación de felicidad se va por completo.
4. Evita la protección que no necesitas
Seguros para celular, seguros para tu computadora, seguros para todo. Hay cosas que no necesitas proteger y que sólo te llenan de inseguridades y miedo a los riesgos que vienen, por naturaleza, con la vida. Los seguros son una forma de gastar más dinero en un producto en el que ya invertiste demasiado. Evita gastar en una sobreprotección que no vas a utilizar y practica un mejor cuidado de tus objetos.
5. Abandona el placer de hoy por el de mañana
La inmediatez nos lleva a actuar impulsivamente. Las compras hechas así sólo son la respuesta a un deseo inmediato que, seguramente, tendrá un futuro poco beneficioso para tu bolsillo. Planificar la gratificación de una compra te asegura un mayor disfrute de tu gasto; es decir, elimina la adquisición de objetos que te producen un placer instantáneo y ve por aquellos que producen una gratificación prolongada.
6. Sigue a la multitud (en ocasiones)
La multitud puede ser, a veces, un buen indicador para saber si lo que compras es bueno o no; por ejemplo, si quieres comprar un celular y antes de hacerlo investigas un poco sobre su desempeño en el mercado. Las recomendaciones u opiniones pueden librarte de hacer malas compras o guiarte hacia una mejor oportunidad. Acepta otras opiniones y consulta los beneficios con los demás miembros de la sociedad.
7. No compares productos
Olvídate de comparar lo que vayas a adquirir. Comparar productos para elegir la mejor opción parece una buena estrategia. Sin embargo, muchas veces, una mala comparación puede guiarte hacia gastar mucho más de lo que tenías contemplado, pues siempre habrá un producto que ofrezca mejores beneficios.
La clave está en elegir aquello que será funcional para ti y tus necesidades. No siempre el objeto más caro será el que te ayude a cumplir tus objetivos: medítalo y no olvides tus prioridades.
8. Considera las afectaciones de la compra
Siempre que vayas a adquirir un producto, invertir en una experiencia o cualquier otra cosa, asegúrate de medir el impacto en tus finanzas. Pensar en las afectaciones o beneficios de una compra te convertirá en un consumidor más consciente.
Practica el hábito de pensar a futuro: cómo será tu vida, qué cambios llegarán y si tu necesidad será cubierta de la mejor manera. Si identificas una satisfacción prolongada, seguro será una buena inversión. Si no lo es, evita gastar tu dinero.
Estos sencillos pasos son más fáciles de escribir que de poner en práctica. Pero si quieres aprender realmente cómo gastar tu dinero inteligentemente y no vivir inundado en deudas o frustrado porque no eres feliz, pon atención a tu actividad financiera.