Una inmensa ola de escombros se creó después de que un satélite ruso se desintegrara por completo. De acuerdo con el 18° Escuadrón de Defensa (SDS) de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos el satélite creó una ola de al menos 85 piezas de chatarra que navegan sin rumbo por el espacio.
El satélite ruso fue identificado como Cosmos 2499, una creación que parecía no tener ningún propósito exacto. Este fue lanzado desde un vehículo del mismo origen conocido como Rockot junto con otros tres satélites Rodnik-S, los cuales fueron utilizados con fines de comunicación militar en 2014.
Lo que descubrió en su momento Estados Unidos es que este satélite parecía simplemente basura espacial hasta que comenzó a moverse de manera poco común. Expertos identificaron que Cosmos 2499 utilizaba maniobras motorizadas para acercarse a otros objetos en órbita como cohetes, lo cual levantó sospechas sobre su verdadero uso.
Sin embargo, poco después el país ruso aseguró que el satélite únicamente cumplía con fines pacíficos y había concretado su misión en 2014. No obstante, Cosmos 2499 continúo realizando distintas maniobras hacia otras naves hasta su repentina desintegración.
Los escombros del satélite ruso perdidos en el espacio
Después de partirse en pedazos, la Fuerza Espacial estadounidense dijo que se está encargando de rastrear las 85 piezas que liberó el satélite. Asimismo, aseguraron que la ruptura oficial del objeto se dio el 4 de enero de 2023 y el motivo sigue siendo aún desconocido.
#18SDS has confirmed the breakup of COSMOS 2499 (#39765, 2014-028E) – occurred Jan 4, 2023 at appx 0357 UTC. Tracking 85 associated pieces at est 1169 km altitude – analysis ongoing. #spacedebris #space @SpaceTrackOrg @US_SpaceCom @ussfspoc
— 18th Space Defense Squadron (@18thSDS) February 7, 2023
Por ahora expertos trabajan en la ubicación de los escombros para descartar cualquier peligro tanto para otros objetos puestos en órbita como para la Tierra. Se considera que los restos de Cosmos 2499 tardarán varias décadas en salir de la órbita para después quemarse en la atmósfera terrestre.
