Ayer 17 de septiembre se registraron 72 sismos en diferentes zonas de la República Mexicana entre ellos Oaxaca, Colima y Chiapas con un rango menor de 6.0 grados en la escala de Richter. Eventos que reaccionado la histeria colectiva sobre los sismos en septiembre y su concurrencia antes del 19 de septiembre.
En México se ha creado una percepción de que ocurren más sismos en septiembre, mes en el que han ocurrido los temblores que han dejado más daños en la Ciudad de México, específicamente en 1985 y 2017, años en que hubo muertos por los movimientos telúricos.
Sin embargo, según la ciencia más que un recordatorio, existe una explicación para estos movimientos constantes y de gran medida en septiembre.
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¿Por qué tiembla en septiembre en México?
Aunque un sismo es un fenómeno que se hace presente cada cierto tiempo y de alguna manera el ser humano se ha habituado a su presencia, el misterio y la incertidumbre aún ronda sus orígenes. Distintos son los tipos de terremotos o sismos, algunos ocurren de forma más ligera, otro son megaterremotos y otros cuantos son casi imperceptibles. Sin embargo, en septiembre para los mexicanos suelen ocurrir sin falta cada año.
Pero, ¿cuál es la razón, es coincidencia o hay un motivo científico? Según la ciencia es ambos.
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México, un país altamente sísmico
Y eso se debe a que, los sismos tiene su origen en la capa más superficial de la Tierra, denominada litósfera, compuesta por material que puede fracturarse al ejercer una fuerza sobre él formando un rompecabezas llamado Placas Tectónicas, las cuales viajan como bloques de corcho en agua sobre la Astenósfera, la cual es una capa visco-elástica donde el material fluye al ejercer una fuerza sobre él.
México, al ubicarse en una región que se encuentra entre cinco placas tectónicas: las placas del Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos, lo convierte en una zona altamente sísmica, ahora bien, según la ciencia son coincidencias dado que no se puede predecir cuándo ocurrirá un terremoto o sismo.
Los sedimentos son otro factor
Por el otro lado, el centro de la Ciudad de México, que es una de las ciudades más pobladas en el mundo, se construyó sobre suelo que en la antigüedad era una enorme red de lagos que serpenteaban entre los terrenos de la capital.
Según la Secretaría de Protección Civil capitalina, el suelo de la ciudad presenta una mezcla de distintos tipos de sedimentos en una región pequeña. Se distinguen tres tipos de sedimentos: firme, blando y de transición. Estas características del tipo de suelo del Valle de México, permiten que las ondas sísmicas sufran una amplificación muy grande y tarden más en lograr desvanecerse. La consecuencia más inmediata es que los sismos se propaguen con mayor fuerza, ocasionando desastres a su paso.
En conclusión, aunque hay factores científicos de los sismos, es importante que entendamos que se trata de una coincidencia, un evento que sin duda es singular, pero quiere decir que tiene cierta periodicidad, porque México es un país sísmicamente activo donde todos los días tiembla y muchos de esos sismos son imperceptibles.