En algún momento de la historia científicos descubrieron que nuestro ADN emite biofotones, un tipo de partículas de luz. Sin embargo, esto no hay que tomar literalmente. Es cierto que somos luz, pero en todo caso esa luz también puede traducirse como energía. Somos energía, energía cósmica y elemental.
Si miramos a nuestro alrededor podemos encontrar muchas fuentes de energía; el sol, el agua, el aire y mucho más.
En estructura todos estos canales de energía se comunican a través de vibraciones; el sonido, por ejemplo, navega a través de vibraciones o bien a través de un espectro de rayos de diferente longitud de onda, en el caso de la luz solar.
Es exactamente esto lo que propone la teoría de Tam Hunt y Jonathan Schooler. Para ellos, las vibraciones conforman el lenguaje de la conciencia y en general dan vida a la conciencia. Pero no solo eso, en esta teoría los científicos sugieren que todas las cosas en el universo vibran, en distintas frecuencias, pero todas vibran.
¿Cómo vibra la conciencia exactamente?
Si nos ponemos un poco más estrictos con la teoría y menos filosóficos, entonces entenderíamos que a un nivel subatómico, la materia se describe como las vibraciones de diferentes campos. Cuando estos campos comienzan a vibrar juntos, según explican los autores, entonces algo sucede, se crea una autoorganización espontánea.
Al ocurrir esta organización espontánea, entonces se puede dar vida a estados más coherentes e incluso un poco más complejos. Un buen ejemplo de este tipo de fenómeno serían las balsas de hormigas, esos grandes cúmulos que forma una colonia de hormigas para flotar sobre el agua.
Como tal las hormigas no tienen un lenguaje directo que les indique qué hacer, pero puede que se guíen a través de las vibraciones y el movimiento de las otras para sobrevivir.
Estos podrían ser extraordinarios ejemplos de que una conciencia colectiva puede regirse a través de vibraciones y por ende, en la conciencia individual sucedería lo mismo pero a un nivel micro. A este fenómeno también se le une la resonancia, sobre todo en el caso de las ondas cerebrales.
Nuestro cerebro emite vibraciones eléctricas todo el tiempo y estas están asociadas directamente con los estados de la conciencia. Por ende, tendría sentido que nuestra conciencia esté constituida por vibraciones.
Las neuronas se encuentran generando impulsos eléctricos constantemente para comunicarse, para pasar información. Incluso, el científico Pascal Fries en su momento sugirió que el cerebro se comunica a través de una sincronización cerebral. Esto quiere decir que nuestra conciencia se define por una resonancia particular.
La ciencia misteriosa de la conciencia
Para los científicos ha sido específicamente complicado explicar la conciencia. En cierto sentido ha sido más sencillo decir que no existe porque no hay una explicación material a ella. No obstante, para este par de científicos su teoría se respalda en que:
En pocas palabras, el pensamiento cultural sobre las “vibras” no esté del todo equivocado. Por ahora la teoría de resonancia de la conciencia ha abierto un nuevo paradigma que podemos explorar y que incluso ayudaría a explicar cómo se forma el pensamiento.
No obstante, por el momento todo es teoría y necesitaríamos mucha más investigación para determinar si la conciencia es producto de las vibraciones cerebrales y cómo es que éstas moldean nuestras ideas.