Six Flags México, anteriormente conocido como Reino Aventura, es un parque de diversiones con una serie de polémicas en relación con maltrato animal por parte de sus cuidadores. Hace años se llevó el caso de la ballena Keiko; ahora, casi veinte años después, el cierre del delfinario.
Gracias a la toma de decisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal –ALDF–, el pasado martes se liberó una reforma que prohibe la celebración de espectáculos con cualquier tipo de mamíferos marinos. La reforma, afiliada a las leyes de Celebración de Espectáculos del Distrito Federal y Protección a los Animales en la Ciudad de México, obligará al cierre del único delfinario de la capital del país. Se trata, en otras palabras, de impedir la presencia de cualquier delfinario en la ciudad.
De acuerdo con el diputado del Partido Verde, Xavier López Adame, el delfinario de Six Flags México es considerado como uno de los seis peores en América del Norte, debido a su espacio reducido y las pésimas condiciones en las que habitan los animales. Por ello, y ahora que la ALDF oficializó la reforma, “Se tienen de tres a seis meses para el cierre definitivo del delfinario. Se tiene que discutir con Profepa –Procuraduría Federal de Protección al Ambiente– su reubicación, ya sea en un santuario o a otro delfinario con mejores condiciones, los cuales están fundamentalmente en Quintana Roo.” Además, menciona López Adame, dado que “la CDMX está a 2 500 metros sobre el nivel del mar, tiene espacios mucho más reducidos, están en agua clorada y no es agua salada como en los delfinarios que están cerca del mar, como sucede en Baja California y Quintana Roo.”
Por su lado, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la ALDF, comentó que “a diferencia de lo que pasó con la prohibición del uso de animales en circos, que llevó al abandono y a la muerte de miles especímenes, los delfines de Six Flags tendrán un buen destino pues están plenamente identificados para su monitoreo.”