Si existe una región en el globo terráqueo en donde el transporte sea prioridad para trasladarse a grandes distancias, esa es Europa. Para prueba de ello están los impresionantes túneles del Mar Báltico o el túnel de San Gotardo que es actualmente el más largo y profundo de todo el mundo, pues cruza por debajo de los Alpes. No obstante, todavía existen problemas de cuello de botella en el transporte a nivel de superficie terrestre, por lo que la Unión Europea planea construir el corredor más largo de toda Europa que irá desde la región escandinava hasta el Mediterráneo.
La Unión Europea ha anunciado la financiación de un nuevo corredor bajo tierra que se espera culmine su construcción en 2028. Según los reportes de la Comisión Europea de Movilidad y Transporte, el mega túnel tendrá un costo de cerca de 8 mil millones de euros y constituirá un enlace ferroviario de alta capacidad.
Los líderes de la Unión Europea agregaron que es necesario para lograr cumplir los objetivos medioambientales establecidos, además de cumplir con la transición de carreteras de vehículos de combustibles fósiles a trenes más amigables con el planeta. Hay que recordar que los Alpes han estado atravesando por cambios importantes a raíz del calentamiento global, por lo que sus glaciares montañosos están comenzando a derretirse.
Por dónde cruzará el corredor Escandinavo-Mediterráneo
Se trata de uno de los túneles más extensos que jamás se hayan construido, con miras a atravesar desde la parte más hacia el norte de Europa, desde la frontera entre Finlandia y Rusia, hasta el sur de Italia, para luego atravesar el mar hasta llegar a Malta.
En su cruce desde la latitud norte pasará por Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Alemania, Austria, los Alpes y hasta llegar más hacia el sur en Italia. Pero no se trata únicamente de atravesar de norte a sur por todo Europa, sino de conectar los principales centros urbanos, así como los puertos de mayor concurrencia para continuar con los centros industrializados de alta producción. Es por esto que se le ha dado tanta importancia, pues según los líderes de la UE, se trata de un “eje crucial para la economía europea”.
Desde luego que un proyecto con tal ambición de movilidad no se gesta de la noche a la mañana. Ya en 2008 comenzó la gestión de las obras para construir ciertos tramos clave para la unión de Europa del Sur con el Norte, pero no fue hasta 2015 cuando comenzaron las excavaciones. Y más de cinco años después, el objetivo está fijado en la construcción de tres túneles que servirán de paso para los trenes del corredor Escandinavo-Mediterráneo.
Según los planes de construcción de la UE, los túneles tendrán un diámetro de 8.1 metros, con una separación entre ellos de 70 metros. Aparentemente cuando el corredor finalmente culmine sus obras en 2028, los trenes podrán atravesarlo a una velocidad de 250 kilómetros por hora con pasajeros a bordo y de 120 kilómetros por hora cuando transporte mercancías de gran peso.