Entre todos los objetos que conforman el universo es difícil elegir el más especial. Sin embargo, entre terrícolas, el affaire por la luna es algo milenario. Ya sea creciente, menguante, llena o luna nueva, todos hemos desfallecido alguna vez por el astro que gira alrededor de la Tierra. Todas esconden un efecto especial, pero ahora queremos llevarte en un recorrido por los nombres de las lunas llenas y sus significados.
En tiempos antiguos, las civilizaciones no contaban con calendarios o relojes de mano que marcaran el transcurso del día. El cielo era la principal herramienta para ubicarse en tiempo y espacio. Junto a los astros y el movimiento de la Tierra, los habitantes del antiguo mundo tenían la oportunidad de organizar su vida.
El seguimiento de la Luna para organizar la vida
Las estaciones se identificaban conforme el cambio de la tierra y los objetos cósmicos. Cada tribu lo hacía a su forma, con nombres distintos, colores, animales, etc. El propósito era reconocer el ciclo de la vida en la Tierra junto al ciclo del universo.
Gracias a esta observación infinita e inagotable del cielo, las antiguas tribus nombraron a cada luna llena de cada mes con un detalle representativo de la época. Algunos de los nombres de las lunas llenas todavía se usan en la actualidad, y es que de alguna forma este misticismo antiguo nos conecta con la energía del universo.
Además, cada nombre nos recuerda la interconexión que hay entre cada ciclo de la Tierra. De cómo uno le da vida al otro y la energía que siembres en el pasado repercutirá en el futuro. Todo en el cosmos se une al principio o al final y recordar que somos parte de un ciclo ayuda a entender nuestro lugar en el mundo.
Nombres de las lunas llenas y su significado:
Enero – Luna del lobo
Gracias a un repentino despertar del aullido de los lobos durante este mes, las antiguas tribus de nativos americanos decidieron bautizar este luna llena como luna del lobo. Por ser la primera del año, esta luna cuenta con la energía de impulso que todos necesitamos para crear nuevos inicios.
Febrero – Luna de nieve
El clima tiene mucho que ver con esta luna llena, ya que las tribus experimentaban las nevadas más fuertes de todo el año. La oscuridad de esta época marca el camino hacia la luz y aquí todos nos preparamos para resurgir con fuerza.
Marzo – Luna de gusano
El deshielo llega y la tierra se marca con ligeras líneas delgadas muy parecidas a los gusanos. Estos ligeros animales regresan a la superficie después del duro invierno y es el momento ideal para despojarnos de aquello que no necesitamos y caminar ligeros hacia el futuro.
Abril – Luna rosa
Las primeras flores comienzan a surgir y lo hacen con un rosa muy sutil. Las tribus de América del Norte observaban el renacimiento del musgo rosa, era aquí donde la naturaleza anuncia la llegada de la vida y la posibilidad de sembrar nuevas cosas.
Mayo – Luna de las flores
Las flores y la vida llega con todo su esplendor y abundancia. La primavera comienza oficialmente y la naturaleza no se hace esperar para darnos un espectáculo increíble. Asimismo, el espíritu está listo para el florecimiento interno y abrazar todo aquello que nos hace únicos.
Junio – Luna de fresa
La luna llena de junio fue por primera vez llamada “luna de fresa” por las tribus indígenas del este de América del Norte, quienes tras la señal de esta luna comenzaban las tareas de recolección de las fresas salvajes. Sin embargo, para el espíritu es un buen momento para reflexionar sobre nuestros pasos y trabajar para ser mejores.
Julio – Luna del ciervo
Esta hermosa luna llena anuncia la llegada del equinoccio de otoño para el hemisferio norte. Los alimentos y bondades están listos para cosecharse. Dar gracias es el sentido principal de esta luna, ya que todo lo que hemos sembrado regresará a nosotros en abundancia.
Agosto – Luna de esturión
El mes del calor provoca que los peces revoloteen en los ríos, en especial el pez esturión. El alimento llega en abundancia y nos permite estar listos para los momentos difíciles. Una época ideal para recolectar y resguardar aquello que nos hace fuertes.
Septiembre – Luna de cosecha
Es hora de cosechar todo lo que con esperanza se dio a la tierra. El equinoccio de otoño está cada vez más cerca y el augurio de la abundancia se vuelve más fuerte.
Octubre – Luna del cazador
El momento de resguardar todo aquello que nos funcione para soportar el invierno ha llegado. La luna del cazador debe su nombre a que los cazadores se preparaban con mayor rapidez para obtener el alimento y dejar que la naturaleza recupere su ciclo durante el invierno.
Noviembre – Luna del castor
Como los castores, la luna de este mes nos pide preparar el refugio mientras el invierno se abre paso. Es hora de reflexionar sobre el trabajo hecho y esperar a que el ciclo anuncie un nuevo inicio.
Diciembre – Luna helada o fría
Para el hemisferio norte la luna se engalana en un blanco puro. El invierno ha llegado en todo su esplendor y la naturaleza aguarda con paciencia para renacer después de todo lo otorgado. Un sentido de agradecimiento se extiende por todos nosotros y nos prepara para las nuevas metas.