Quizá nuestra efímera existencia no nos permita comprender que el final de la Vía Láctea será inevitable, aunque claro no podríamos vivir para contarlo. Andrómeda, la galaxia más próxima a la nuestra, se dirige rápidamente hacia nosotros. Cada segundo que transcurre, Andrómeda se aproxima 110 kilómetros más hacia el Sistema Solar.
Andrómeda está tan cerca de la Tierra que, de hecho, es el objeto más lejano que el ojo humano es capaz de captar. Ubicada a 2.5 millones de años luz de nuestro planeta, es posible apreciarla en noches despejadas con las condiciones óptimas. Allá en lo lejos, se observa centelleante gracias a las miles de millones de estrellas que habitan en la vecina galáctica.

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El choque galáctico entre la Vía Láctea y Andrómeda
La distancia entre la Vía Láctea y Andrómeda parece segura, pero no te dejes engañar, esto no significa que no tendrán un encuentro cercano en un futuro muy lejano. La tendencia de atracción gravitacional inexorable entre ambas y la materia oscura que las rodea, se mantendrá por los próximos 4 mil millones de años. Luego de esto, las dos galaxias colisionarán en un espectáculo cósmico que dará vida a una nueva galaxia.

NASA; ESA; Z. Levay and R. van der Marel, STScI; T. Hallas; and A. Mellinger
No obstante y pese al choque que seguro representará un evento importante para el vecindario cósmico, los astrofísicos auguran que el Sistema Solar se mantendrá a salvo de la colisión. Aunque la fuerza titánica lo expulsará fuera de la nueva galaxia.
Llegaron a esta conclusión gracias a las observaciones realizadas por el Telescopio Espacial Hubble, que ha rastreado cuidadosamente los movimientos de Andrómeda durante un lapso de ocho años. Roeland van der Marel y Sangmo Tony Sohn, astrónomos del Space Telescope Science Institute de Baltimore, lideran la investigación que ha arrojado luz sobre el destino de la Vía Láctea y Andrómeda.

Secuencia ilustrativa de la colisión entre Andrómeda y la Vía Láctea.
Créditos: NASA; ESA; Z. Levay y R. van der Marel, STScI; T. Hallas y A. Mellinger
“Después de casi un siglo de especulaciones sobre el destino futuro de Andrómeda y nuestra Vía Láctea, por fin tenemos una imagen clara de cómo se desarrollarán los eventos en los próximos miles de millones de años”, dijo Sangmo Tony Sohn.
El nacimiento de una nueva galaxia
Las simulaciones por computadora derivadas de los datos del Hubble muestran que luego de la colisión que ocurrirá en los próximos 4 mil millones de años, serán necesarios dos mil millones de años adicionales para que las galaxias interactuantes se fusionen completamente bajo el tirón de la gravedad y se reconfiguren en una sola galaxia elíptica similar a la que se ve comúnmente en el universo local.
En cuanto a la interacción de las estrellas, planetas y sistemas que habitan en ambas galaxias, los expertos creen que no correrán peligro de colisión entre ellos. Cada elemento se encuentra tan separado de otro, que no chocarán durante el encuentro. Aunque su posición actual se verá afectada y serán lanzados mucho más lejos del núcleo galáctico del que hoy se encuentran.

Esta ilustración muestra las trayectorias de colisión de nuestra Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda. Las galaxias se mueven una hacia la otra bajo la inexorable atracción de la gravedad entre ellas. También se muestra una galaxia más pequeña, Triangulum, que puede ser parte del choque.
Créditos: NASA; ESA; A. Feild y R. van der Marel, STScI
Además, también han anticipado que a la danza entre la Vía Láctea y Andrómeda, se unirá la galaxia Triangulum (M33). Es posible que esta tercera y pequeña galaxia se fusione con las dos anteriores para dar origen a un nuevo vecindario cósmico y el Sistema Solar quede exiliado a 160 mil años luz del núcleo fusionado.
Observa la simulación del espectacular choque entre la Vía Láctea y Andrómeda que la NASA realizó.
Referencias:
NASA. (2021). NASA’s Hubble Shows Milky Way is Destined for Head-On Collision.