El 7 de septiembre de 1936 fue la última vez que se vio a un tigre de Tasmania con vida, el tilacino (Thylacinus cynocephalus) que vivía cautivo en el zoológico de Hobart murió aquel día, dejando fuera a su especie del catálogo taxonómico de especies con vida. En aquel momento el tigre de Tasmania fue declarado extinto de manera cautiva y más adelante de manera salvaje, pero nuevas investigaciones sugieren que es posible que la especie sobreviviera hasta la década de 1980 o incluso más tarde.
La desaparición del tigre de Tasmania
La declaración de extinción es un estatuto muy fuerte, que trae implícitamente la muerte de un genoma de la faz de la Tierra. Sin embargo, no es tan simple como parece, es decir, los biólogos no pueden saber con precisión el momento exacto en que los últimos ejemplares de una especie dejan de respirar. En cambio, tienen que hacer una combinación de investigación profunda, estadísticas y una gran cantidad de conjeturas.
Justamente es la falta de avistamientos in situ lo que mayormente sustenta la extinción de una especie. Así sucedió en la década de los 30 con el tigre de Tasmania, cuando los avistamientos en estado salvaje de los ‘lobos marsupiales’ fueron disminuyendo considerablemente hasta que la especie australiana terminó sumida en el olvido.
La evidencia basada en la falta de observaciones verificables, así como de huellas y restos, llevó a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza a cerrar el caso de los tigres de Tasmania. Se le declaró extinta en cautiverio en 1936, pero no fue hasta 1986 cuando la UICN finalmente perdió toda esperanza en el caso y cerro sus investigaciones al respecto.
¿Realmente se extinguió?
Las instituciones australianas están interesadas en conocer cómo fue la historia de desaparición de una de sus especies nativas más icónicas de la historia. Es por esto que una nueva investigación realizada por la Universidad de Tasmania, sugiere que el tigre de Tasmania podría haberse extinguido algunas décadas después de lo que se creía e incluso, creen que existe una remota posibilidad de que familias de tilacinos todavía vivan de manera salvaje escondidas en los rincones de la naturaleza.
Los investigadores de la Universidad de Tasmania, se encargaron de desarrollar un nuevo método para visualizar la dinámica espacio-temporal de la especie en el siglo XX. Reunieron una exhaustiva colección de 1,237 informes de posibles avistamientos que incluye a cazadores, tramperos, profesionales de la vida silvestre y pueblos oriundos. La diferencia más clara con investigaciones anteriores, es que esta incluye reportes no sólo de investigaciones formales, sino de una gama más amplia de personas.

Gracias a la investigación exhaustiva, pudieron determinar que el tigre de Tasmania probablemente no se extinguió hasta cuatro décadas posteriores a la última fecha de avistamiento en cautiverio, lo que significa que la especie se habría extinguido cerca de 1970.
No obstante, el modelado de incertidumbre de todo el registro de avistamientos, donde a cada observación se el asignó una probabilidad y luego todo el conjunto de datos se sometió a un análisis de sensibilidad, sugiere que la extinción podría haber ocurrido tan reciente como finales de la década de 1980 y principios de los 2000. El modelado también muestra una pequeña posibilidad de que la especie persista en las áreas silvestre más remotas del sudoeste de Tasmania, aunque esto no tiene un sustento in situ por lo que el estatuto de especie en extinción no ha cambiado.
En resumen, existe una remota posibilidad de que el tigre de Tasmania continué viviendo en áreas remotas del sudoeste de la isla, aunque esto no cambiaría la designación de extinción, a menos que una investigación in situ lo compruebe.
Referencias: Book, B. (2023). Resolving when (and where) the Thylacine went extinct. Science of The Total Environment. DOI