La ciudad de Taranto está sumergida entre la contaminación y el desempleo, y es que la siderúrgica más grande de Europa y de Italia, Ilva, fue clausurada por graves daños ambientales.
Los habitantes de Taranto narran que las calles, autos y casas, quedaban cubiertos de un fino polvo que inevitablemente terminaban por respirar y que, además, es un fuerte agente cancerígeno que ha matado a 400 personas en los últimos 13 años, por lo que la corte italiana decidió cerrar la planta que empleaba a más de 12 mil personas.
Tras la decisión del juez, el sindicato decidió manifestarse, alegando que las emisiones contaminantes habían reducido y que lo harían aún más con las nuevas tecnologías. Sin embargo, la necesidad de los trabajadores los ha cegado: los agentes tóxicos matan rápidamente a las personas, a chicos y a grandes.
De acuerdo con el doctor Patrizio Mazza, el polvo enfermó a un niño de 10 años. El pequeño fue diagnosticado con cáncer de garganta a su corta edad. Este caso hizo que el galeno declinara a favor de la clausura de la acerera.
Según las autoridades italianas, la decisión afecta a miles de familias pero también salvaguarda la integridad física de los taranteños.
¿Qué medidas debería de tomar el gobierno ante tales crisis? ¿Consideras justo el cierre de la acerera?
[Guardian]