Foto:diaspora-fr
El mismo concesionario que obtuvo numerosos contratos por el ahora presidente Enrique Peña Nieto, Grupo Higa, involucrado además en la casa millonaria de la primera dama, “La Casa Blanca”, está ahora metido en un escándalo por otra concesión: la carretera privada Toluca-Naucalpan.
Para esta, fueron expropiadas 38 hectáreas en una zona boscosa indígena conocida también como Gran Bosque de Agua. Habitantes del pueblo de San Francisco Xochicuautla en un comunicado explican algunos de los puntos por los que esta obra, de por sí ya inmiscuida en un posible financiamiento irregular de dinero público, es también altamente nociva para el medio ambiente:
Aquí algunos de sus puntos:
La carretera de pago Toluca-Lerma afectará una porción de 22 kilómetros de bosque por más de 100 metros de ancho en territorio indígena; conocido también como Gran Bosque de Agua; es justo el lugar de donde nace el río Lerma y tiene humedales de alta diversidad.
El bosque Otomí-Mexica es Área Natural Protegida y santuario del agua de la subcuenca del Río San Lorenzo. Desde 2011, habitantes de Xochicuautla y comunidades vecinas, como Ayotuxco, denuncian la tala de árboles en su territorio, incluyendo lugares donde nacen manantiales.
En el ámbito de usos y costumbres del pueblo ñható, se dificultará a los habitantes del lugar el libre tránsito, la recolección de alimentos y leña y el peregrinaje a sus lugares sagrados, entre otros nocivos efectos.
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