Logran grabar el sonido de Pando, el ser vivo más grande de todos, en el sur de Utah. Los investigadores creen que escuchar las grabaciones podría darles una mejor comprensión de la salud del ser arbóreo y así, preservarlo ya que ocupa un lugar muy importante en el hábitat natural de la región.
Cómo es Pando, el ser gigantesco
Si se le mira sin un conocimiento previo, pareciera que Pando es en realidad un bosque formado por diferentes árboles de álamo temblón (Populus tremuloides), pero una vez que se le examina más a detenimiento, se puede ver que se trata de un único árbol que ha clonado su ADN miles de veces. Más de 40 mil tallos emergen de un sistema intrincado de raíces interconectadas por debajo de la tierra, todos son genéticamente idénticos, la prueba de que se trata de un mismo ser.
Se le ha llamado el árbol más grande del mundo, pero es más que eso; es el ser vivo más grande de todo el planeta con más de 6 millones de kilogramos que se extienden a lo largo de 43 hectáreas. Así es Pando, el árbol de álamo temblón que habita en el sur de Utah y cuyo nombre significa ‘Yo propago’ en latín.
Susurros del ser vivo más grande
Jeff Rice, es un ingeniero en audio que radica en Seattle y que ha quedado fascinado por la existencia de Pando. Es por esto que viajó hasta Utah y usando un hidrófono, utilizado normalmente para captar sonidos debajo del agua, comenzó a grabar el susurro de las hojas de Pando en el viento. El paisaje sonoro que escuchó le sorprendió, pues era fácil escuchar también el canto de los pájaros en el dosel y las criaturas correteando por tierra dentro del místico bosque formado por un único árbol, grabación que puede escuchar aquí.

Pero la curiosidad de Rice pronto creció mucho más y quiso escuchar aquello que no podemos ver, lo que sucede bajo tierra en las complejas raíces de Pando. “Sus sonidos son tantos elementos diferentes, pero también está este rico paisaje sonoro subterráneo. Hay más que sólo el temblor de las hojas. Empecé a descubrir que estaban sucediendo muchas cosas allí”, dice Rice, quien se asoció con Friends of Pando, una organización sin fines de lucro que busca preservar al gigantesco ser arbóreo.
Rice y Friends of Pando pensaron que grabar el paisaje sonoro subterráneo podría ayudarles a comprender más sobre la salud del bosque, que es vulnerable a los cambios en el entorno. Para ello dejaron caer el hidrófono por un agujero en los troncos de los árboles, al que llamaron ‘el portal de Pando’. “Podía meter la mano en el agujero y conectar el hidrófono directamente a las raíces”, dijo Rice. “Lo conecté casi como una clavija en un enchufe. Inmediatamente comenzamos a escuchar sonidos interesantes, pero lo que realmente se destacó fue un sonido bajo, similar al de un zumbido”, explica.
De pronto Rice tuvo una idea, probar que Pando es un mismo ser interconectado. Golpeteó una rama a unos 30 metros de distancia del portal y para su sorpresa, el hidrófono lo registró como un ruido sordo. “Podíamos escuchar claramente el golpeteo”, dijo Lance Oditt, CEO de Friends of Pando. “Esto ayuda a demostrar que Pando está interconectado, y no sólo a nivel del suelo. El sistema de raíces es como una celosía subterránea”.
Las grabaciones subterráneas que puede escuchar aquí, serán analizadas más a fondo y tanto Rice como Oditt esperan que les ayude a comprender al gigantesco ser vivo, para así ayudarlo a mantenerse sano por miles de años más.