Micrófonos submarinos capturaron estos peculiares sonidos del interior del océano, tales como las fracturas del hielo de los icebergs, el choque de un fragmento de iceberg contra el fondo del océano o los borbotones de un volcán submarino.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) filtró los sonidos para reducir el sonido ambiental y los aceleró entre 16 y 20 veces. Este ejercicio y estas grabaciones nos permiten asomarnos un poco más a la inmensidad de los océanos y a todos aquellos misterios de la naturaleza que se comienzan a develar poco a poco ante nuestros oídos.