El núcleo de la Tierra parece comportarse de maneras extraordinarias y mantiene al vilo de la duda a los científicos. La gran masa de metal fundido es la responsable de que tengamos un campo magnético y con seguridad, esto a su vez propició la formación de la atmósfera que nos mantiene a salvo de las inclemencias espaciales. Pero pese a que el núcleo ha formado parte importante del desarrollo del planeta, todavía hay mucho que se desconoce de él y ahora los científicos creen haber encontrado el verdadero núcleo terrestre.
Una nueva investigación de las entrañas de la Tierra liderada por los sismólogos Thanh-Son Phạm y Hrvoje Tkalčić de la Universidad Nacional Australiana, sugiere la presencia de un núcleo interno desconocido dentro del ya conocido núcleo interno. Esto podría desvelar la naturaleza de la Tierra y responder algunas preguntas sobre cómo fue que llegó a configurarse como la conocemos en nuestros días.
Cómo funciona el núcleo de la Tierra
La Tierra es mucho más compleja de lo que parece, tiene una estructura con capas convexas que funcionan de manera dinámica entre ellas y han creado las condiciones necesarias para el desarrollo de la vida.
En el centro se ubica el núcleo que a su vez está dividido en núcleo interno y externo. El primero es la pieza más densa de todo el rompecabezas, es un orbe que representa menos del 1% del volumen del planeta y está compuesto por hierro y níquel sólidos, fundidos en una misma pieza extremadamente dura y pesada a una temperatura exacerbada.
Pero a medida que el núcleo se expande hacia el exterior, el proceso de solidificación hace que se libere calor y luz que impulsan la convección en el núcleo externo, cuya consistencia es líquida. Por lo tanto, este núcleo externo es el motor que convierte la energía cinética de movimiento de la Tierra, en magnética para generar un escudo que nos cubre del espacio. Es decir, el metal líquido del núcleo exterior gira conforme la rotación de la Tierra y genera una especie de dínamo, responsable tanto del campo magnético como de la atmósfera.
El núcleo interno más interno
Cualquier modificación en el núcleo de la Tierra podría modificar las condiciones de la Tierra y es por esto que los científicos se encargan de comprender lo que está sucediendo en las entrañas del planeta. Pero estudiarlo no es para nada sencillo, pues simplemente no es posible analizarlo in situ y en cambio, los investigadores deben utilizan ondas sísmicas para registrar su comportamiento.
La investigación liderada por los sismólogos Thanh-Son Phạm y Hrvoje Tkalčić de la Universidad Nacional Australiana, concuerda con análisis obtenidos hace más de dos décadas, cuando los sismólogos encontraron que dentro del núcleo interno terrestre, podría existir una capa convexa todavía más profunda, al que llamaron el ‘núcleo interno más interno’.
Para la investigación, se utilizó la red global de sismógrafos que actualmente esté en crecimiento constante y puede ofrecer datos valiosos sobre el centro de la Tierra. Phạm y Tkalčić, encontraron la manera de aislar los datos del núcleo interno más interno de toda la miríada de información recabada por los sismógrafos.
“Este estudio informa una clase de observaciones sismológicas previamente no observadas y no utilizadas de ondas reverberantes a través de la mayor parte de la Tierra a lo largo de su diámetro hasta cinco veces… Hasta donde sabemos, las reverberaciones de más de dos pasajes no han sido reportadas hasta ahora en la literatura sismológica”.
Phạm y Tkalčić amplificaron la señal de diversos eventos sísmicos importantes que al chocar con el núcleo, rebotan hacia el exterior y es así como se les puede analizar. Por primera vez, identificaron reverberaciones sísmicas procedentes del núcleo de la Tierra más interno de las logradas anteriormente. Es así como encontraron nuevos datos sobre el interior profundo de la Tierra y ahora comparten sus hallazgos en la revista científica Nature.
Referencias: Phạm, TS., Tkalčić, H. Up-to-fivefold reverberating waves through the Earth’s center and distinctly anisotropic innermost inner core. Nature Communications 14, 754 (2023). DOI.