Cuando hablamos de evolución, pensamos que todo en la naturaleza ha sido formado por ella. Y aunque es completamente cierto, también hay que reconocer que el hombre ha tenido incidencias en la forma en la que se desarrollan los seres, no sólo los animales como el caso de los perros, sino también los vegetales y los frutos. A través de la selección artificial, poco a poco los frutos han ido cambiando a tal grado que aquellos alimentos naturales que compramos, no son para nada lo que eran hace unos miles de años. Así es como se ha dado la evolución de las frutas y verduras propiciada por el hombre.
De la selección artificial a la agricultura
A lo largo de la historia, el hombre ha ido dejando pequeñas huellas en su entorno que han terminado por hacer grandes cambios. Encontró una forma de cubrir sus necesidades de alimentación que seguimos utilizando para alimentarnos hoy en día; la agricultura. Y es que después de todo, esta no sólo se trata de sembrar y cosechar semillas sin una organización específica, pues justamente de eso se trata, de un sistema que busca el mejor alimento de todos.
A prueba y error, la humanidad poco a poco fue transformando las frutas y vegetales. En búsqueda de aquellos ejemplares más jugosos y carnosos, sin saberlo desarrolló la selección artificial y con ella, la modificación genética. Claro que en un inicio los volúmenes de cosechas no se compararon en ningún sentido a los que hoy en día se producen. No obstante, todo cambió cuando el mundo industrializado y la cultura de la inmediatez inundaron a las sociedades.
La incesante necesidad de cubrir las demandas alimentarias de los grandes volúmenes de población, está basada en la rápida producción en masa y que además, usa la modificación genética para anteponer cantidad a calidad en una relación de costo/ganancia. Es por esta razón que en los últimos siglos es cuando más cambios se han visto en los alimentos naturales como frutas y verduras.
El antes y después de las frutas y verduras
Las mazorcas por ejemplo, se han cultivado desde hace milenios y de hecho, unos 9.000 años atrás, una mazorca de maíz no superaba los 19 milímetros y se veía de un color más grisáceo. Hoy en día una mazorca promedio puede alcanzar hasta los 20 centímetros y la selección artificial nos ha dado muchas variedades, más de 200 de ellas que se cultivan en todo el mundo, muy lejos de su natal América.
Pero no ha sido la única especie que ha experimentado una evolución forzada por la selección artificial, sandías, aguacates, duraznos, plátanos y hasta el trigo, aunque los tenemos en un concepto de alimentos 100% naturales, la realidad es que no es así. Todos ellos han experimentado cambios bajo las manos del hombre y las investigaciones nos muestran cómo han cambiado a lo largo de los milenios y quizá su verdadera apariencia le sorprenda más de lo que se imagina.