Insectos como la mosca de fruta han ayudado a diversas investigaciones encontrar soluciones para combatir enfermedades neurodegenerativas, padecimientos crónicos e infecciones ocasionadas por virus. La mosca de la fruta, Drosophila melanogaster, conocida comúnmente como la mosca del vinagre, ha sido un instrumento importante en varios descubrimientos científicos, algunos de ellos merecedores del Premio Nobel.
Y es que, gracias a ellas, tres investigadores estadounidenses recibieron el galardón por descubrir los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano, es decir, nuestro reloj biológico. Incluso, la comprensión sobre mutaciones inducidas por radiación, la actividad y función genética.
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La mosca de fruta y su papel importante en los descubrimientos benéficos para la salud humana
La investigación genética con las moscas de la fruta ha revelado genes y rutas biológicas que son esenciales no solo para esta especie, sino que también tienen correlaciones significativas con otros organismos, incluidos los seres humanos. Diversos ganadores del Premio Nobel han utilizado esta mosca para explorar aspectos inherentes al cáncer, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, y afecciones metabólicas como la obesidad y la diabetes.
Asimismo, estos estudios con la mosca de fruta han impulsado teorías sobre la influencia de la alimentación en el envejecimiento, abriendo puertas para futuras intervenciones en la salud humana. Esto se debe, al lograr aislar un gen -llamado gen del período- precisamente en una mosca de la fruta.
La biología de la mosca de fruta ofrece ventajas dado su breve ciclo de vida, la producción masiva de descendencia y menores cuestiones éticas comparado con los mamíferos, convirtiéndola en una herramienta invaluable para diseñar estudios genéticos complicados, con una serie de mutantes y líneas transgénicas disponibles públicamente, facilitando la exploración de genes y vías biológicas caricaturizados y señales prometedoras para tratamientos terapéuticos, de acuerdo con International Journal of Molecular Sciences (IJMS).
Las investigaciones con la mosca de la fruta: posibles claves en el antienvejecimiento en humanos
Estudios científicos indican que intervenciones farmacológicas como el resveratrol, la rapamicina y la curcumina, han demostrado la capacidad de extender la vida útil y retardar el envejecimiento en modelos animales, incluyendo la mosca de la fruta. Estos compuestos, provenientes de fuentes naturales como frutas y verduras, se asocian con efectos antienvejecimiento y podrían ser la clave para promover una mayor longevidad, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Translational Medicine of Aging.
Los Premios Nobel ganados con mosca de fruta
El primero de los Nobel le llegó de la mano del zoólogo estadounidense Thomas Hunt Morgan en 1933, premiado por demostrar en la mosca de la fruta que los cromosomas son los portadores de los genes.
El segundo fue gracias al trabajo del biólogo y genetista Herman Muller, alumno de Morgan, quien descubrió que los genes de la mosca de la fruta podían mutar con la radiación (1946).
Otro Nobel llegó en 1958, cuando la Academia premió George Beadly y Edward Tatum por descubrir que los genes actúan regulando determinados eventos químicos.
Y el penúltimo fue hace poco más de dos décadas, en 1995, por el descubrimiento del rol de genes clave en el desarrollo del embrión de la drosophila, que también juegan un rol crucial en el desarrollo del embrión humano (Edward B. Lewis, Christiane Nusslein-Volhard y Eric F Wieschaus).