Guía para reducir el desperdicio de comida paso a paso

Guía para reducir el desperdicio de comida paso a paso

Ahorrar alimentos no sólo depende de cómo guardes la comida; requiere también un poco de filosofía (mira por qué).

Al tirar las sobras de nuestra comida, o aquello que se echó a perder en el refrigerador, sentimos que nos hemos quitado una carga. Para nuestra fortuna, no volveremos a ver esa comida que, por una u otra razón, sobró. Pero lo cierto es que ahí no termina todo…

En la cadena del desperdicio de comida, el eslabón donde más alimentos se pierden es en el consumo. Por supuesto, también se desperdicia comida en el campo, en la manufactura y en los supermercados, mercados y restaurantes. Pero según Misfits Foods, es en nuestro refrigerador en donde caduca más comida.

Esto demuestra, por lo demás, que los pequeños cambios no son tan pequeños. Porque si nos decidimos a dejar de desperdiciar comida, no sólo estaremos cuidando nuestra cartera, sino que estaremos protegiendo a la naturaleza y al medioambiente. Y es que se calcula que un 40% de la comida jamás se consume, lo que representa un gasto de miles de millones de litros de agua, así como de energía, tierras y otros recursos naturales. Y eso sin contar que la comida en descomposición también contribuye al cambio climático…

Pongamos manos a la obra para reducir al máximo
el desperdicio de alimentos.

Guía para reducir el desperdicio de comida paso a paso

Lo primero que debes saber es que no desperdiciar comida requiere de que sigas estos pasos. Pero no te preocupes: no es nada difícil. Al contrario, te facilitará mucho la vida y te hará comer mejor –y más rico–. Si agregamos un poco de filosofía al asunto, todo cobrará más sentido. Esta filosofía es el shojin ryori: el arte budista de cocinar simple y de mantener una conexión espiritual con todo el proceso que implica el alimentarse.

 

#1 Planeación

Todo dependerá de esto. Debes planear tus compras y cómo cocinarás según estos puntos –y en ese orden–:

  • Necesidades nutricionales
  • Lo que te guste cocinar
  • Lo que te guste comer
  • Tiempo disponible
  • ¿Por qué el “tiempo disponible” hasta el final? Porque no es sólo una cuestión de que “tengas” tiempo, sino de que, de ser necesario, lo busques. La recompensa de ello no será sólo que dejarás de desperdiciar comida, sino que la comida se convertirá en un ritual de autocuidado que te proveerá de beneficios físicos y hasta emocionales. Darle su justo espacio al comer –con todo lo que implica– es importante. Por eso, todo empieza con planear tus comidas.

    Si realmente crees que es imposible hacerte un tiempo para comer bien, piensa qué puedes dejar de hacer para disponer de dicho tiempo.

     

    Recorta

    Quizá navegar menos por las redes sociales, o sacrificar 1 día a la semana alguna de tus rutinas, ya sea si haces ejercicio, lees o aprendes un idioma.

     

    Agiliza

    Puede que planees tus compras y comidas para que te basten para 2 semanas. Si eso conviene más a tus tiempos, hazlo. Esto representará unas 5 horas cada 2 semanas para comer bien sin desperdiciar.

     

    Recupera

    El tiempo que hayas “perdido” lo puedes recuperar evitando salidas a comer o a la tienda de autoservicio. ¿Lo habías pensado?

     

    #2 Comprar

    Bien: a tus planes, debes agregar cómo vas a comprar. Para ello, es importante que pienses en los puntos que enumeramos arriba. Primero, en las necesidades nutricionales. Divide tus compras imaginando cómo las cocinarás y qué incluirá cada comida. No todos tus platillos tienen que llevar proteína, ni fruta, pero todos pueden llevar verdura –y con eso contribuyes a cuidar el planeta–.

    Para tener algunas ideas puedes revisar qué ingredientes llevan las dietas de cada cultura, o las listas de superalimentos que tenemos. También puedes optar por comprar proteínas vegetales, que son más versátiles que las proteínas de origen animal y almacenables por más tiempo.

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    Lo más importante:

    Checa fechas de caducidad y señales de descomposición o poca frescura:

  • En el queso, revisa que no tenga hongos
  • En las manzanas y otras fruta, checa los cambios en la textura
  • En verduras como el aguacate, revisa que no estén oxidados
  • En la carne, checa que no tenga olor
  •  

    Familiarízate con la duración de cada cosa

    La mayoría de las frutas y verduras duran máximo 2 semanas, según su maduración. Las hortalizas se mantienen frescas 1 semana. Los lácteos, 2 semanas. Pero todo esto puede variar, por eso es importante que aprendas a asegurarte de si algo está descompuesto o no. En esta guía puedes ver algunos hacks para ello.

     

    No compres de más

    Resiste la tentación de comprar algo que no esté en tu lista y que pueda provocar que tengas demasiada comida y no logres acabártela.

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    #3 Cocinar

    ¿Cuánto tiempo pudiste regalarte para procurar tu alimentación? ¿Cuánto de ésta incluye el tiempo para cocinar? Si esto te parece problemático, aquí tenemos algunas ideas.

     

    Reduce

    Reduce tiempos al cocinar para varios días. Asegúrate, eso sí, de hacer las porciones correctas. Quizá los primeros intentos no sean infalibles, pero esto es de práctica. Recuerda que el tipo de alimentos que puedes tener listos para incluir en tus comidas –y que puedes almacenar por 3 días en el refrigerador– son:

  • Arroz
  • Frijoles
  • Quinoa
  • Garbanzos
  • Verduras hervidas
  • Verduras crudas ya cortadas
  • Aderezos
  • Divide

    No hagas siempre recetas complicadas. Relaja tu existencia haciendo recetas más sencillas algunos días, complementándolas con lo que hayas cocinado previamente. Puedes consultar nuestra guía sobre cómo hacerte de cenar fácil y rápido, que puede ser de ayuda para pensar en cómo preparar otras comidas, o estas cinco recetas supersimples.

     

    Transforma

    Para darle un toque de variedad a tu rutina de alimentación y aprovechar toda tu comida puedes optar por hacer algunas recetas que quizá se salgan de la rutina, pero que te aportarán muchos nutrientes –y que son deliciosas–. Por ejemplo, el supersmoothie de superalimentos, o la famosa sopa de sobras, sobre la cual tenemos una breve guía; estas recetas transformarán tu alimentación.

     

    #4 Comer

    Acá sólo tienes que cuidar tus raciones, lo cual implica que todos los pasos anteriores sean hechos a conciencia. Recuerda que es este el momento donde disfrutarás con el paladar todos los esfuerzos anteriores, así que procura comer con calma, aparta un momento para ello, y no desperdicies ni un solo chícharo.

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    #5 Guardar

    Almacenar es la parte que suena aterradora, pero en realidad es muy sencillo. Y si lo haces sin plástico, es todavía más fácil. Puedes almacenar en:

  • Papel de cera de abeja
  • Hojas de plátano
  • Celofán
  • Bolsas de silicón
  • Frascos de vidrio
  • Tela
  • Organiza tu refrigerador y divídelo entre verduras, vegetales, lácteos, leches y los guisos que te prepararás para cada comida. Coloca todo conforme lo irás utilizando y según la fecha de caducidad, para que nada se quede en el fondo olvidado.

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