En las últimas década hemos visto información por doquier sobre las consecuencias del cambio climático y la crisis que azota al planeta. Las noticias del presente y las proyecciones a futuro resultan preocupantes para las especies, ecosistemas, pero principalmente para la humanidad. Por miles de millones de años, la Tierra ha demostrado que puede sanar, incluso ante el peor escenario. Pero, para el ser humano es distinto y ahora solo nos preguntamos… ¿el cambio climático acabará con nosotros? o ¿cómo sobreviviremos?
Cambio climático en otras eras y sus consecuencias
Preguntarnos si el cambio climático nos matará es una pregunta muy ambigua que de pronto podría responderse con un “no” a medias. Es decir, no hay indicios que de la humanidad vaya a experimentar una extinción abrupta. Así que, si la idea detrás del cuestionamiento es que desapareceremos todos en unos instantes a causa de los desastres naturales, la respuesta es no. Pero, por otro lado, la idea de extinción humana puede que tenga una respuesta afirmativa. De hecho, el planeta ya ha extinto casi toda la vida presente en él con anterioridad y no en una ocasión, sino en varias.
Según el libro de Peter Brannen, Los Fines del Mundo, el cambio climático ya ha afectado al planeta con anterioridad en múltiples ocasiones en los últimos 4,500 millones de años. Para ejemplo de ello tenemos la extinción masiva del Fin del Ordovícico, que en la escala de tiempo geológico pertenece al Paleozoico. Hace 444 millones de años atrás, la vida entró en una extinción masiva que probablemente fue causada por un enfriamiento global y el subsiguiente calentamiento global. Pero antes de eso, en el fin del Devónico que también perteneció a la Era Paleozoica, igualmente estuvo marcado por una extinción masiva que los científicos creen sucedió a causa de la acidificación del océano provocada por un cambio climático.
Lo que sabemos de las extinciones masivas anteriores, es que la vida no se vio afectada de manera homogénea. Sino que pasaron millones de años en esta transición. No obstante, ahora no podemos estar seguros del lapso de tiempo que transcurrirá la Tierra hasta una nueva extinción masiva. Sólo podemos conocer los datos que los investigadores recolectan del comportamiento actual del planeta. Y es que en esta ocasión hay una diferencia en la velocidad a la que están sucediendo los hechos, el ritmo actual del cambio climático está ocurriendo más aceleradamente. Aunque es verdad que también contamos ahora con mayor tecnología y mecanismos para contrarrestar la situación.
¿Cuándo comenzarán los efectos más devastadores del cambio climático?
Esta respuesta también puede resultar muy subjetiva y, de hecho, depende del contexto donde se encuentre. Hay poblados que ya están experimentando en primera fila las consecuencias del cambio climático. Incluso en las grandes ciudades, donde la humanidad parece resguardarse de los desastres naturales, también están sufriendo aumento en las temperaturas y climas inusuales.
Pero acorde con los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, los efectos más devastadores podrían comenzar en 2040. Década en que la Tierra superará el 1.5°C de temperatura por encima de los niveles preindustriales. Para 2100 tendremos 3°C más por encima de la era preindustrial. Por esta razón es de suma importancia aplicar el conocimiento humano y la tecnología a favor de parar las emisiones de carbono, causantes de el efecto invernadero en la atmósfera.
¿Qué sucederá después?
Lo que suceda después no está claro para los investigadores, pero las extinciones masivas anteriores nos han dejado pistas sobre qué ocurre tras un desequilibrio planetario de tal magnitud. Según Brannen, la mayoría de las extinciones se produjeron por un desequilibrio en la red alimentaria, generalmente comenzando de las piedras angulares. Cuando los eslabones más importantes de la cadena trófica como el plancton, el krill e insectos comenzaron a desaparecer, entonces se suscitó una escasez en los alimentos. Si esto sucede en nuestra época entonces será el primer indicio de que se avecinan los tiempos más difíciles. Entonces las tierras de cultivo tendrán problemas para germinar alimentos, por la falta de abejas y polinizadores que son responsables de la mayoría de alimentos que tenemos en la mesa.

Paul Bateman
Y en cuanto al clima, el futuro no está claro. Pero si las emisiones de carbono continúan como hasta ahora, los gases tóxicos y las olas de calor generarán un miasma nocivo perjudicial para el sistema respiratorio. Permanecer en el exterior se volverá una actividad de alto riesgo. Pero además los bosques desaparecerán y las especies comenzarán su declive, más aún de lo que ya están. Una situación muy complicada de imaginar.
Si el simple hecho de imaginarlo se vuelve lúgubre, vivirlo sería desastroso. Querido lector, queremos recordarle que esta situación es nuestro futuro. Si no actuamos para compensar los errores que hemos cometido como humanidad, entonces el panorama se complicará. Es hora de valorar nuestro presente y cuidar del futuro, cada acción cuenta y ninguna, por muy aislada que sea, será en vano. Sólo así, con la suma de pequeñas gotas es que está formado el inmenso mar.