Hace unas semanas fue el eclipse solar total del 8 de abril que conmocionó al mundo entero. Pero, ¿sabías que más allá del propio eclipse pasaron cosas de las que no nos enteramos? Desde misteriosos puntos rojos y un objeto recién descubierto en el sistema solar hasta sorprendentes comportamientos animales y humanos.
Cuando las miradas y cámaras apuntaban al cielo, ocurrieron algunos hechos curiosos que, a su manera, también marcaron a la ciencia, sin duda, los descubrimientos hechos pasados los días no dejan de sorprender y hacer ver, el impacto del eclipse solar no sólo para nuestra vista también para la Tierra.
Seis cosas extrañas observadas durante el eclipse solar
Durante la totalidad, miles de personas presenciaron peculiares puntos rojos alrededor del borde del disco oscurecido del sol. Las fotografías detalladas de estos puntos revelaron que eran ardientes columnas de plasma que aparentemente habían surgido del sol y se elevaban sobre la superficie de nuestra estrella.
Mucha gente asumió que estos estallidos solares fueron el resultado de poderosas explosiones conocidas como erupciones solares. Sin embargo, no hubo brotes durante la totalidad. Posteriormente, los expertos explicaron que lo que la gente estaba viendo era otro fenómeno conocido como prominencias solares. Estas grandes estructuras de plasma surgen del sol pero permanecen intactas y adheridas a la superficie solar durante semanas seguidas.
Esta fue una de las cosas más locas del eclipse. Justo unas horas antes del mismo, un astrónomo aficionado había descubierto un cometa. La noticia llegó rápidamente a los especialistas y se convirtió en un tema de observación debido a lo extraño del momento. Bautizado como SOHO-5008, el principal incentivo de este cometa era poder llegar a verlo durante el eclipse. De manera inesperada, el cometa le robaría parte del protagonismo al propio eclipse solar.
Lo más curioso, no obstante, llegó horas después de que el eclipse terminase. El cometa, que se detectó como de tipo heliorasante, acabó acercándose tanto al Sol que terminó destruido. Dejó de existir, pero llegó a tener ese momento de gloria que la astronomía recordará.
Para los animales, la totalidad es un shock enorme, y esta sorpresa puede desencadenar algunos comportamientos bastante interesantes. En el zoológico de Fort Worth en Texas, muchos animales, incluidos gorilas, tortugas, elefantes y bonobos, confundieron el cielo cada vez más oscuro con el anochecer y regresaron a sus áreas interiores. Y en el zoológico de Indianápolis, varias especies de aves comenzaron a instalarse para pasar la noche.
Tuvo que producirse un eclipse solar total para que, de una vez por todas, dejásemos nuestro móvil u ordenador y nos concentrásemos en otras cosas. Durante el tiempo que duró el fenómeno, el volumen de uso de Internet cayó en un 60% en regiones como Vermont, en Estados Unidos. En otras zonas la caída fue inferior, pero también se registró de manera significativa.
Las personas prefirieron mirar al cielo y disfrutar de un momento que no se volverá a repetir hasta dentro de un buen tiempo. Por supuesto, el cambio de conducta volvió a su estándar una vez terminó el eclipse y comenzamos a recordar que las redes sociales, entre otras cosas, nos estaban esperando.
La observación de los planetas normalmente está reservada a las horas nocturnas y sólo es posible si sabes dónde buscar. Pero durante la totalidad, los observadores del eclipse tuvieron una rara oportunidad de detectar algunos de los planetas durante el día. Como se predijo inicialmente, Júpiter y Venus fueron visibles a simple vista durante su totalidad. Ambos aparecieron cerca del sol, aunque no eran visibles para todos debido a la capa de nubes.
Este fue uno de los fenómenos que más se vieron durante el eclipse solar, aunque no fue inesperado a la vista de que se trata de algo que ya está estudiado (y descubierto desde 1836). Recibe el nombre de Perlas de Baily y se trata de un fenómeno por el cual aparecen puntos de luz alrededor de la Luna. El motivo de ello se encuentra en el efecto que produce la luz emitida por el Sol al pasar por las montañas de la Luna, generando esas perlas tan características que se pueden ver tanto antes como después del eclipse.
Aunque las perlas fueron más fáciles de ver, también se produjo el fenómeno del anillo de diamante, caracterizado por una fuerte luz que, con anterioridad, ya se había visto en 2017. Su belleza, de llegar a verse a plena potencia, es realmente alta tal y como puedes apreciar en la fotografía que se incluye en la cabecera de este artículo. La imagen fue captada en el anterior eclipse por la Agencia Espacial Europea y es una gran muestra de la belleza que esconde el universo.