Cuando Fumio Sasaki, editor japonés, decidió deshacerse de la mayoría de sus cosas descubrió que abría las puertas a la felicidad. Una vida apegada al minimalismo no es sencilla (en un principio), pero después se convierte en un gran recordatorio de experimentar lo verdaderamente esencial. Aquello que de verdad nos da felicidad por menos.
Sasaki apunta en entrevista para The Guardian: “Vivir con sólo lo esencial no solo me ha brindado beneficios superficiales, como el placer de una habitación limpia o simplificar la limpieza, sino que también me ha llevado a un giro más fundamental. Me ha dado la oportunidad de pensar lo que realmente significa ser feliz”.
La felicidad al alcance del minimalismo
De alguna forma, limpiar el entorno de objetos materiales es el inicio de una desintoxicación profunda. Nuestra sociedad ha marcado que las personas valen más o son más atractivas si tienen una mayor capacidad económica.
No obstante, el minimalismo invita a deshacerse de todo lo que creemos esencial físicamente. De ahí partimos para descubrir una nueva forma de ver el mundo, en la cual no es necesario lo material. Deshacernos de todo nos permite volvernos más ligeros, liberar apegos y eliminar las comparaciones con los otros.
“Si eres como yo era antes; miserable, al compararme constantemente con otros…. Creo que deberías decirles adiós a algunas de tus cosas. Claro que existen algunas personas que no tienen apego a los objetos materiales o algunos genios raros que florecen en medio del caos de posesiones. Pero quiero pensar en las formas en que las personas ordinarias como tú y yo pueden encontrar los placeres verdaderos en la vida. Todos quieren ser felices. Pero intentar comprar la felicidad sólo te hace feliz por un rato. Estamos perdidos cuando se trata de la verdadera felicidad”.” – Fumio Sasaki
El mensaje de Sasaki es simple: la barrera material nos impide valorar aquello que es verdaderamente esencial. Tal vez habrás descubierto que en un abrazo hay mayor alivio o que en un paseo por el bosque encuentras mayor paz. Mirar más allá de la barrera de posesiones materiales no es un acto sencillo. Sin embargo, es una transformación que puede cambiar el verdadero significado de la vida.