¿Crees que tu pensamiento puede afectar la materia o alterar, por ejemplo, una sustancia? Recientemente se llevó a cabo un experimento que, en palabras de su autor Stephan A. Schwartz, se diseñó para probar la hipótesis de que una persona puede alterar un vino, para mejorarlo, por medio de la intención.
Para probarlo, se invitó a un grupo de amigos a una decantación y se les pidió ayudar a definir, entre dos vinos que se iban a servir, cuál era el mejor. En realidad, ambos recipientes contenían el mismo vino, sólo que uno había estado expuesto a una intensa sesión de meditación colectiva. La misma dinámica se realizó 12 veces, en distintos momentos. El resultado: en 11 ocasiones, el vino “permeado” con intención colectiva resultó ganador, mientras que en la restante se registró un empate.
A partir de esto, Shwartz calcula que las probabilidades de que esto ocurriese son de 0.000049 (muy por arriba del límite de significancia estadística que es del 0.005). Esto apuntaría a que se logró un efecto sobre la sustancia a través de la intención. Tras repasar el informe del experimento, el blog Neuroskeptic, de la revista Discover, concluye que lo más probable es que su autor haya tenido suerte, y que no puede considerarse del todo una prueba científica de la hipótesis de Schwartz. Sin embargo, Neuroskeptic reconoce que el experimento está bien diseñado.
La posible incidencia directa de la mente sobre la materia ha sido una discusión añeja entre la ciencia y la metafísica. Hay buenas razones para pensar que este fenómeno existe, incluso de forma cotidiana, y quizá pronto la ciencia encuentre una vía de afirmación. En todo caso, de vez en cuando siguen emergiendo experimentos que parecieran probar, o al menos sugerir, cambios físicos inducidos por el poder de la intención –es decir que, en pocas palabras, estamos hablando de un acto mágico–.
Quizá no esté de más impregnar de intención la próxima botella de vino que bebas, tus alimentos o tu agua del diario –no descartes alguna sorpresa–.
Consulta el informe en inglés: Water, Wine and the Sacred, an Anthropological View of Substances Altered by Intentioned Awareness, Including Objective and Aesthetic Effects.