Para hablar de las semillas de cáñamo, es necesario tomar en consideración su origen: cannabis; la cual es una planta que tiene tres tipos de especies: indica, ruderalis y sativa. En la última, se conocen mayoritariamente los efectos psicoactivos de la marihuana, y los beneficios dietéticos del cáñamo.
Desde antes del siglo V a.C. hasta finales del siglo XIX, el cáñamo se llegó a utilizar como parte de las dietas de ciertas culturas, y como fibra textil para vestimentas o fabricación de velas para navegación. No obstante, a partir de la década de los 30, dejó de utilizarse debido a la confusión (y falta de información) entre la marihuana y el cáñamo.
De acuerdo con La Bioguía, el cáñamo llega a alcanzar 4 metros de altura, y sus fibras son las más resistentes de todo el reino animal: es fuerte al moho, a los rayos UV y UVB; es antibacteriana y regula la temperatura. Razón por la cual, el cáñamo fue, en su momento, utillizado para tratar deficiencias nutricionales relacionadas con la tuberculosis (Estudio Nutricional Checoslovaco sobre la Tuberculosis, 1955): las proteínas de estas semillas contienen el 65% de globulina edestina y de albúmina, proteínas fáciles de digerir y de absorber por el flujo sanguíneo.
Entonces, ¿cuáles son sus beneficios?
Mejora el funcionamiento digestivo. Al contener un 25% de proteínas vegetales, es una buena fuente que ayuda a metabolizar los ácidos grasos esenciales. Es rico en minerales como el magnesio, fósforo, potasio, azufre, manganeso, zinc, calcio, hierro, vitamina A y fibra dietética. Razón por la cual, ayuda a prevenir problemas digestivos, insomnio, depresión, ansiedad, dolor muscular, dolores de cabeza e hipotiroidismo. Y dado que contiene altos niveles de magnesio, ayuda a reducir los síntomas del síndrome premenstrual.
Cuando empezamos a desintoxicar nuestro cuerpo, llegamos a necesitar cierta cantidad de proteínas para mantener al sistema inmunológico trabajando adecuadamente (sin alterar los niveles de energía). Las semillas de cáñamo tienen altos niveles de proteína, por lo que al introducirlos a nuestra dieta, el metabolismo se mantiene en su mejor capacidad.
Además, el 30% de la semilla es aceite que contiene este ácido graso, indispensable para el cuerpo humano y que, con una dieta equilibrada, puede mejorar su funcionamiento digestivo; por lo que también es una excelente fuente de ácido graso omega 3, el cual es benéfico para el corazón y el metabolismo: sin causar una desestabilidad emocional.
Otro beneficio de este tipo de semillas es la estabililidad emocional: los nutrimentos de los que goza forman parte de la producción de energía de los alimentos y del desplazamiento de ésta a través del cuerpo. En consecuencia, podemos sentirnos con un mejor estado de ánimo y altamente motivados. Además, al ser antibacteriana, protege al cuerpo manteniendo el oxígeno en la membrana celular, purificando la sangre y reduciendo la inflamación (y otros riesgos de enfermedades cardíacas).
Y aunque parece que las semillas de cáñamo son el último milagro de la naturaleza, realmente se trata de un alimento antiguo, cuyas propiedades fueron relevantes para las culturas prehispánicas. Y en caso que desees introducir este grano en tu dieta diaria, te compartimos una dieta del Hash Marihuana & Hemp Museum de Amsterdam.