En todo el cosmos, no hay un planeta que experimente el día y la noche como lo hacen los seres vivos de la Tierra (al menos no descubierto). En una danza cíclica de 24 horas, la Tierra se mueve a través de la luz y la oscuridad creando espectáculos fascinantes tanto para la superficie como para el cosmos.
A diario somos testigos de cómo el planeta gira para recibir la inmensa energía del astro mayor; el Sol. Fabulosos atardeceres, inspiradores amaneceres y otros tantos fenómenos que somos capaces de observar gracias a la luz y la oscuridad.
Imagen: NASA/ESA
Sin embargo, todo lo que miramos desde la Tierra es distinto cuando estamos fuera de ella. No muchas personas han sido capaces de visitar el espacio, pero gracias a la tecnología que vive diariamente explorando el cosmos podemos descubrir cómo nos mira el resto del espacio.
La vida nocturna del planeta Tierra
Mientras la luz del Sol cubre una parte de la Tierra, los paisajes de la naturaleza y la fascinante estructura del planeta se revelan. Pero cuando la oscuridad llega, es evidente la existencia de pequeños destellos de energía, los cuales develan la presencia de algo más que naturaleza; los seres humanos.
Si miramos el resto de los planetas hasta ahora descubiertos en la galaxia, sin duda descubriríamos que no hay destellos nocturnos como los que produce el ser humano en la Tierra. Al mirar a Marte podemos ver nubes de polvo envueltas en un paisaje rojo inhóspito y nada más -al menos hasta ahora-; si nos detenemos en Júpiter, entonces estaríamos en medio de tormentas de gas o en una superficie inestable.
Imagen: NASA/ESA
A simple vista ningún planeta hasta ahora explorado parece albergar vida, al menos no el tipo de vida que conocemos. Al mirar desde la lejanía del espacio las brillantes luces marcan los sitios exactos en los que el ser humano se ha asentado, demostrando que por más pequeños que parezcamos, creamos una huella visible en plena oscuridad.
Para admirar y ser conscientes de esta inmensa señal que mandamos al resto del espacio sobre nuestra existencia, la NASA decidió publicar unas cuantas imágenes de los mapas globales de la Tierra durante la noche.
La magia de la luz y la oscuridad
No obstante, el asombroso panorama no es la única razón para tomar fotografías de la Tierra en plena oscuridad. Científicos de la NASA buscan descubrir distintos usos de las imágenes del planeta durante la noche, entre ellos está reconocer la pesca ilegal, ubicar desastres naturales, cambios en ecosistemas y prácticamente cualquier hecho extraño que suceda en la superficie.
Pero aún así no es tan simple, la magia de la luz radica en que nunca es la misma. La luz irradia, se dispersa y se refleja distinto en cada punto del planeta y esto provoca distintos espectáculos de luz a cada segundo.
Imagen: NASA/ESA
Se debe tomar en cuenta la presencia de las nubes, del polvo, de las montañas, de los árboles y prácticamente de cualquier cosa o ente que choque con la luz. A pesar de ello, el sistema VIIRS de la NASA captura todo destello y su fuente desde el espacio.
Es así como hoy, tenemos ante nosotros un mapa global del destello humano en la Tierra. Una huella de la presencia, el avance y el cambio de una civilización en medio del espacio.