El estilo de vida del hombre moderno ha traído consigo sus propias necesidades más allá de los menesteres básicos del ser humano. La producción energética es una de estas demandas que hay que cumplir para poder ostentar una vida dependiente de la tecnología, sin embargo, la industria enfrenta sus propios desafíos y el más grande es de donde obtener energía sin pasar costos al planeta. En ese sentido, la energía nuclear se perfila como una de las favoritas ya que no emite gases de efecto invernadero y no depende de los caprichos del clima. Pero tiene un gran inconveniente, los residuos radiactivos que siguen siendo peligrosos durante miles de años. Es por esto que Finlandia, planea crear la primera ‘tumba nuclear’ del mundo.
La energía nuclear ha afrontado grandes debates a nivel mundial, pues aunque aparentemente es una de las formas más eficientes de obtención de energía, tiene grandes peros. Sus pros es que es de bajo costo, es ilimitada y no produce gases de efecto invernadero. Pero en su contraparte el gran problema de la fisión nuclear es que deja desechos radiactivos que prevalece por milenios.
Justamente para evitar que este tipo de contaminación radiactiva pase costes al planeta, los científicos de todo el mundo han evaluado las posibilidad de crear una ‘tumba nuclear’, en donde los desechos radiactivos descansen en un sitio alejado de todo y no representen un peligro para nadie.
Un gran sarcófago debajo de la tierra
La solución que los científicos han encontrado para volver inocua a la radiactividad, está lista para construirse debajo de los bosques de Finlandia. En unos pocos años, los desechos radiactivos provenientes de la energía de fisión nuclear, serán sellados en sarcófagos de cobre y se enterrarán en un antiguo lecho de roca estática. Ahí descansarán por milenios hasta que no representen un peligro para el planeta, ni la vida en él.
En la isla finlandesa Olkiluoto, se encuentra la primera ‘tumba nuclear’ de todo el mundo. Llamada Onkalo, será la primera instalación de disposición final geológica (GDF), en donde se enterrarán bajo tierra los desechos radiactivos provenientes de la energía nuclear.
Se eligió este sitio gracias a que ha estado en calma geológica durante los últimos mil millones de años. Se encuentra en dos zonas de fallas paralelas, que se encargarían de absorber la energía proveniente de un terremoto, dejando el sarcófago a salvo del movimiento tectónico.
No son precisamente los terremotos los factores de mayor riesgo para la ‘tumba nuclear’, sino que es el agua el factor más preocupante que podría ocasionar el escape de los desechos radiactivos. Por esta razón, los GDF deben tallarse en rocas resistentes al agua y cada una de sus grietas debe mapearse con cuidado, para luego rellenarse.
En un futuro, los desechos radiactivos serán sellados en un laberinto de túneles a medio kilómetro bajo tierra. Allí serán depositados en botes de hierro fundido que a su vez se encontrarán dentro del sarcófago de cobre, con gas argón formando una barrera adicional entre los dos. Finalmente el sarcófago de cobre estará rodeado por otra capa de bentonita, que es una arcilla que es capaz de absorber agua y contener el ataque implacable de los microbios.
“Es el consenso científico, a nivel internacional, que el enfoque GDF es la forma técnicamente más factible de eliminar permanentemente los desechos nucleares”, dice Lewis Blackburn de la Universidad de Sheffield. “Onkalo es un ejemplo para el mundo de que la colaboración científica y el compromiso abierto con el público pueden hacer posible la eliminación segura de los desechos nucleares”, concluye.