Los ciclistas en las ciudades no solo enfrentan una cultura que es producto de años en los que el automóvil ha sido privilegiado en las ciudades. Ello implica el peligro de que la importancia del ciclista aparentemente lleva un valor menor en relación al automovilista. Además de los obstáculos y la mala cultura, naturalmente también los ciclistas enfrentan los estragos de una mala calidad del aire de una manera más directa en comparación con los automovilistas.
En días pasados decenas de ciclistas en el D.F han hecho una protesta muy puntual. Lejos de las generalizaciones, como el mejorar las condiciones para los ciclistas, exigieron que se cumpla la Norma Oficial Mexicana 156 con el fin de que existan redes de monitoreo del aire en las más de 34 ciudades del país con más de 500 mil habitantes.
En México cada año la mala calidad del aire causa la muerte, directa o indirectamente, de hasta 14 mil 700 personas en el país.
Esta protesta es considerada una de las más directas respecto a los derechos, tanto del peatón como de los ciclistas, como miembros de una cuidad que habría de ser pensada en relación a todos.
[La Jornada]
Fotografía principal: indeporte.mx