autosabotaje

Las formas en que el autosabotaje impide desarrollar tu mayor potencial 

La pregunta de por qué siempre pasa lo mismo cuando estás tan cerca de la meta puede estar dentro de tu misma mente: el autosabotaje.

Una gran meta está por cumplirse y en menos de lo que canta un gallo, de pronto todo se torna oscuro y el escenario con el que hemos estado soñando por un largo tiempo se desdibuja. La sensación de impotencia invade a la mente y una cascada de pensamientos atraviesa por nuestras cabezas: ¿Debí haberme esforzado más? ¿Por qué siempre pasa lo mismo? No se preocupe, no está solo en este camino del autosabotaje, es muy común en los seres humanos y así como somos capaces de ponernos a nosotros mismos en situaciones desventajosas, también podemos hacer lo contrario para alcanzar nuestro mayor potencial.

¿Qué es el autosabotaje?

Suena improbable que uno mismo elija el camino del fracaso por sobre el camino del éxito, pero lo cierto es que la mente trabaja de maneras tan misteriosas que todos en alguna ocasión nos hemos puesto el pie a nosotros mismos. A esto se le llama autosabotaje y no me mal entienda, no siempre es una cuestión consciente, en la mayoría de los casos ocurre de manera inconsciente, por lo que ni siquiera nos enteramos de que participamos en malas decisiones.

autosabotaje
Créditos: Elizaveta Porodina

Existen diversas definiciones psicológicas del autosabotaje pero la mayoría se resumen más o menos en lo mismo: es el acto de obstaculizar el propio éxito y bienestar al socavar los objetivos personales.

Las razones por las que practicamos el autosabotaje son desde luego muy amplias y pueden ocurrir de manera inconsciente o consciente, aunque es más probable que no se de cuenta de que va directo a obstaculizarse a sí mismo. En la mayoría de los casos es el miedo el que nos paraliza ante lo desconocido, pero también puede ocurrir debido a baja autoestima, malos hábitos, disonancias cognitivas o presión social.

Formas de autosabotaje y cómo evitarlas

Dilación

La forma por excelencia de autosabotaje es la procrastinación. Por más excusas que nos demos a nosotros mismos para posponer el comienzo de una tarea, estas casi siempre son justificaciones vacías infundadas en el miedo. El ejemplo más claro es no estudiar para un examen porque tememos reprobarlo, en vez de afrontar la situación y esforzarnos al máximo para lograr la meta.

La próxima vez que sienta ganas de procrastinar, primero pregúntese si en verdad es por falta de tiempo o cansancio, o si es su miedo hablando. Si analiza la dilación antes de que sea demasiado tarde, podrá detener el autosabotaje a tiempo e invertir esfuerzos para lograr sus metas.

La dulce tentación

Exponernos ante las tentaciones es otra forma de autosabotaje muy común. Por ejemplo, si está tratando de evitar ciertos tipos de alimentos para mantenerse saludable, de pronto la mente le engaña y lo lleva hasta un restaurante donde sirven todo lo que no debe comer. Si su fuerza de voluntad es férrea quizá logre salir invicto, pero hay una gran posibilidad de que sucumba ante la dulce tentación.

Cuando está concentrado en alcanzar una meta, las decisiones deben ir encaminadas hacia ella también. No se trata de disfrutar únicamente el logro una vez que lo alcanzó, sino todo el proceso que esto conlleva, de esta forma será mucho más llevadero y el autosabotaje aparecerá en menor cantidad.

Culpar a los demás por nuestras acciones

Cuando los demás siempre son lo artífices del infortunio en su vida, quizá necesita repensar su perspectiva y asumir sus propias responsabilidades. Mucho de lo que nos sucede esta sujeto a diversos factores que están fuera de nuestras manos, eso es verdad, pero las decisiones que tomamos a cada momento también forjan el camino que recorremos.

autosabotaje
Créditos: Elizaveta Porodina

Una vez que somos conscientes de nuestras responsabilidades, dejamos de culpar al prójimo y en cambio, tomamos el poder para cambiar lo que no nos gusta. No tema asumir el poder que trae consigo el hecho de hacerse cargo de sus propias responsabilidades.

Barreras defensivas

Los autosaboteadores pueden ocultar lo que inconscientemente consideran como debilidad emocional bajo una máscara de fortaleza o felicidad. Pero las barreras defensivas que se construyen para protegerse de la vulnerabilidad, a menudo llevan al autosabotaje pues se les dificulta vivir el momento presente y terminan por alejar a las personas para evitar salir lastimados.

Muy pocas veces se nos enseña la gestión de emociones, pero asumirse dentro de la vulnerabilidad no es un pecado, por el contrario, es una forma de reconocer que así como somos vulnerables, también podemos encontrar la fuerza dentro de nosotros mismos. Asumirse como seres sensibles es abrirse a un mundo de posibilidades que no hemos visto por construir barreras para protegernos.

Total
0
Share