Desde tiempos antiguos se ha hablado sobre la influencia de la luna llena en el comportamiento humano, incluso atribuyéndole el aumento de los arranques llamados ‘lunáticos’ o bien, de sensibilidad. Pero, ¿es verdad que la luna llena realmente causa efectos en el comportamiento? Esto es lo que ha encontrado la ciencia.
La idea de que la luna tiene la capacidad de agitar emocionalmente y conductualmente a las personas no es reciente, desde tiempos antiguos se creía que cuando la fase llena del satélite natural aparecía en los cielos, causaba estragos en la gente. Incluso se pensaba que podría ser capaz de generar enfermedades mentales, pues la desorientación cognitiva podría llegar a tales grados.
Con el pasar de los años estas ideas se fueron disolviendo pero todavía hasta hace unos siglos, la luna figuraba como una excusa ante los tribunales que explicaba comportamientos criminales o de agresión. Es por esto que incluso en nuestros días, las investigaciones continúan para intentar comprender si es que realmente existe una asociación entre la luna llena y el comportamiento errático de los humanos. Pero los estudios científicos no han podido comprobar una relación entre ambos factores.
Según un análisis exhaustivo publicado en el Boletín Psicológico, que se encargó de estudiar los resultados de 37 investigaciones, sólo existe 1% de posibilidad de que la aparición de comportamientos maniacos se deba a la luna llena. Las demás investigaciones no distan mucho de estos resultados, entonces ¿por qué persisten los mitos sobre la luna llena? La respuesta podría estar en la luz y los ciclos circadianos.
La luz y el ciclo circadiano
Cuando la luna aparece en su fase llena, su cara se encuentra completamente iluminada y esta es justamente la razón del porqué se le atribuyen comportamientos erráticos. Los humanos nos regimos por ciclos, como relojes andantes tenemos bien estipulado cuándo es hora de dormir y cuándo es hora de explotar la energía al máximo. Al existir cambios en la luz, el ciclo del sueño se ve afectado y por esta razón es que nos podría costar más trabajo conciliar el sueño durante una luna llena que durante la luna nueva. También es la razón del porqué es importante no utilizar pantallas en las últimas horas del día, pues el ciclo circadiano se ve desbalanceado, causando desde insomnio hasta ansiedad.
Por lo tanto, no existen evidencias científicas que asocien el efecto de la luna llena con comportamientos erráticos, más allá del ciclo circadiano. Al parecer todo ha sido parte del imaginario colectivo y una narrativa más poética que científica.