Luego de las pirámides, los obeliscos son quizá las estructuras arquitectónicas más emblemáticas del Antiguo Egipto pues se les ha visto comúnmente colocados en pares a las entradas de las grandes construcciones piramidales. Resaltan por la complejidad con la que están creados, pues al menos todos los obeliscos encontrados en Egipto son pilares monolíticos, es decir, que están construidos de una sola pieza de roca. Además, están cargados de simbología y geometría que nos hacen preguntarnos qué significan y por qué eran tan importantes para los egipcios.
Los obeliscos son monumentos construidos por la cultura egipcia para venerar al dios del Sol a quien llamaban Ra, que era una figura sumamente importante en su cosmovisión y panteón de dioses, ya que creían que era el creador de la vida. Ra estaba representado por el cuerpo de un hombre y la cabeza de halcón, además siempre era acompañado con un disco solar justo encima de su cabeza.
Aspecto de los obeliscos
El aspecto de los obeliscos egipcios es similar en todos los casos, se erigen desde el suelo hacia el cielo en forma de pilar cuadrangular, es decir, poseen cuatro caras iguales que a su vez tienen forma trapezoidal; más anchos en la base que en la cima. En la parte superior tienen un acabado en forma piramidal denominada piramidión o benben como la llamaban los egipcios. Se cree que los benben estuvieron recubiertos con oro y aunque no se sabe con exactitud por qué se eligió este metal, los arqueólogos creen que puede estar íntimamente ligado al color del metal que es similar al del Sol, además de la durabilidad del material.
Estos antiguos pilares que llegan a medir hasta 30 metros de alto, en realidad son monolitos, lo que significa que fueron tallados en una sola pieza de roca ya fuese de granito, basalto gris o cuarcita. Se sabe que algunos de ellos llegaron a pesar más de 350 toneladas por lo que los arqueólogos se siguen cuestionando las prácticas de construcción de los antiguos egipcios, considerando que no contaban con la tecnología con la que contamos hoy en día.
La mayoría de ellos se alzan sobre una base de piedra prismática y en sus caras tienen jeroglíficos tallados que desvelan el nombre del faraón que ordenó la construcción, así como la descripción de los hechos del contexto histórico de dicho monarca.
¿Qué significado tiene el obelisco?
La palabra obelisco proviene del vocablo griego obelískos, diminutivo a su vez de obelós que significa ‘asta o columna apuntada’. Hoy en día se les conoce como obeliscos, pero en el Antiguo Egipto se les conocía como tejen y también se le llamaba benben a la parte más álgida de estos monumentos que estaba adornada con forma piramidal. Y no es mera casualidad que dos de las estructuras más importantes de la cultura egipcia tengan precisamente esta forma.
Los antiguos egipcios representaron su visión sagrada sobre lo divino casi siempre con una geometría piramidal. Para muestra de ello están las grandes pirámides de Giza que además están perfectamente alineadas con las estrellas, lo que ya de por sí nos da un indicio de lo mucho que esta cultura observaba el cielo.
Pero además, en los Textos de las pirámides, aparece un jeroglífico que representa al benben de los obeliscos. Aunque en ocasiones toma distintas figuras como un piramidión completo o truncado, así como una escalera doble o sencilla, o un promontorio de borde redondeado; en todos los casos representa un elemento que se erige de la tierra hacia el cielo que sirve de conexión entre ambos mundos, el divino y el terrenal.
Es por esto que tanto el benben (la punta piramidal) como el tejen (el obelisco completo) simbolizaban el proceso por el cual los rayos solares, que bajo su cosmovisión eran dadores de vida, caen sobre la tierra fertilizándola y protegiéndola. En el piramidión se colocaban símbolos solares y figuras del faraón protegido por el dios Ra, mientras que en las caras del obelisco se inscribían dedicatorias a los dioses. De esta forma el monarca quedaba unido a la divinidad, lo que le daba la autoridad para mediar entre el mundo del más allá y el terrenal; entre los dioses y los hombres.
¿Cuál fue el primer obelisco del mundo?
El obelisco egipcio más antiguo conservado es el erigido en la entrada del Templo de Sesostris I en Heliópolis, que data de entre el 1961 – 1915 a. C. Se sabe que existieron inicialmente dos obeliscos a la entrada del templo mandado a construir por Sesostris I, uno de los reyes más poderosos de la dinastía XII, sin embargo, hoy en día únicamente uno de ellos se mantiene en pie.
Fue tallado sobre una gran roca de granito rojo proveniente de Asuán y mide 70 metros de alto, se cree que pesa aproximadamente 120 toneladas. Según las inscripciones del templo, el monolito fue construido como un símbolo del jubileo para celebrar los 30 años de reinado del faraón. En su costado se puede leer la inscripción “Él lo hizo para darle vida para siempre”.