Bolivia es uno de los países con mayor riqueza y variedad de huellas fosilizadas. Con la constitución peculiar de sus suelos, guarda en sus terrenos cientos de huellas que nos hablan de una Tierra pasada.
El paleontólogo argentino Sebastián Apesteguía llegó al paraíso de la paleontología once años atrás y se encontró con cientos de huellas de lo que él creía eran de dinosaurio. Sin embargo, tras una revisión exhaustiva y tras años de investigación, se percató de que en realidad estaba ante huellas de rauisuquios, enormes reptiles que reinaron antes que los dinosaurios.
Hace más de diez años Apesteguía llegó al megayacimiento de Tunasniyoj y Ruditayoj, acompañado de su colega Pablo Gallina. En aquel sitio, el par de paleontólogos hallaron un paraíso para cualquier estudioso de fósiles; un campo repleto de huellas de animales del pasado en perfecto estado.
En un primer momento, Apesteguía y su colega consideraron que las huellas pertenecían a dinosaurios. Debido a que la mayoría de las huellas encontradas en los alrededores, datan de hace 70 millones de años, es decir, del Cretácico Superior. Por esta razón, lo más probable era que su hallazgo concordara con estos datos. Sin embargo, años después el paleontólogo regresó al lugar con equipo más especializado para descubrir que las huellas eran mucho más antiguas de lo que creía.
Los estudios geológicos y paleoambientales revelaron que las huellas no pertenecieron a dinosaurios, sino que son mucho más antiguas, datan del periodo Triásico.
“Pertenecen a mediados del período Triásico, es decir, hace 235 millones de años. Sus productores no habrían sido dinosaurios sino los depredadores que les precedieron”, dice Apesteguía. “Las huellas fueron dejadas por enormes animales lejanamente emparentados con los actuales cocodrilos: los rauisuquios”.
El reino de los rauisuquios, los reptiles antes de los dinosaurios
230 millones de años atrás, la Tierra lucía muy distinta de como lo es ahora. Todos los continentes estaban unidos en una sola masa de terrestre llamada Pangea. En este único supercontinente, los dinosaurios ya tenían presencia, aunque eran de tamaño pequeño y recién comenzaba su evolución. En aquel entonces y antes que los dinosaurios reinaran la tierra, lo hicieron los rauisuquios.
Estos eran enormes parientes terrestres de los cocodrilos, con un tamaño que iba de entre 3 y 10 metros de largo. Según Apesteguía, “dominaron el planeta durante 80 millones de años. Entre hace 280 y 200 millones de años”.
Con anterioridad ya se habían encontrado rastros de rauisuquios en el mundo, sobre todo en Sudamérica. En Argentina, por ejemplo, en el Parque Provincial de Ischigualasto, se han encontrado este tipo de huellas, al igual que de animales colosales como el saurosuchus galilei o el fasolasuchus.
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Estos enormes reptiles con dientes curvos, se alimentaban de los primeros dinosaurios herbívoros que pisaron la Tierra. Así como de cinodontes, hasta que un buen día desaparecieron. Según Apesteguía, se desconocen las causas de su extinción.
“Las causas de la extinción de estos animales no son bien conocidas. No ha sido una de las más grandes extinciones, pero sí lo suficientemente importante para barrer con los principales depredadores en el Jurásico”.
Tampoco se sabe mucho sobre sus poblaciones y hábitos, por ello este descubrimiento es oro puro para la Paleontología. “Aún tenemos varios interrogantes”, advierte Silvina de Valais, coautora de la investigación. “¿Se movían en manada? ¿Hacían migraciones? ¿Iban y venían por los mismos sitios, quizás año tras año? Son preguntas muy interesantes que guiarán futuros trabajos por años”.
Referencias:
Apesteguía, S. Riguetti, Citton, P. Veiga, G. Valais, S. Gabriel, G. The Ruditayoj-Tunasniyoj fossil area (Chuquisaca, Bolivia): a Triassic chirotheriid megatracksite and reinterpretation of purported thyreophoran tracks. Historical Biology. DOI