Las exquisiteces de la vida se esconden detrás de las imágenes más inesperadas, que de pronto nos posibilitan sentimientos de calma. Mirar la belleza de la naturaleza va más allá de la experiencia misma de la estética visual, extrañamente abre la mente hacia una sensación de completud. La vastedad del cielo, la inmersión en los bosques o simplemente mirar la belleza de las flores, a veces es todo lo que se necesita. Pero existen en el mundo sitios que elevan la experiencia a una altura mucho más amplia, uno de ellos es el jardín conocido como Keukenhof, en Holanda, hogar de 7 millones de tulipanes vibrantes.
El jardín de tulipanes más grande de Holanda
Pensar en Holanda nos remonta a sus tradiciones de plantación de tulipanes, campos hermosos llenos de colores que cubren el suelo como si de una alfombra se tratara. El Jardín Keukenhof es un sitio muy especial en ese sentido, ya que cada año al llegar la temporada adecuada, millones de botones se abren en forma de puntos de colores para recordarnos con su belleza que las flores son la expresión más alegre de la vida.
Pero preparar semejante oda a la naturaleza no es un trabajo sencillo, cada año decenas de jardineros preparan el festín visual. Plantan alrededor de 7 millones de bulbos para mostrar las mejores flores de toda Holanda y los tulipanes son los representantes más destacados en esta sinfonía visual. Aquí se pueden observar más de 800 variedades de tulipanes, además de jacintos, narcisos y un sinfín de especies florales. Cada uno de los bulbos y semillas son plantados de manera cuasi artística; no sólo se trata de observar flores sino de mirarlas como una totalidad, una obra de arte.
Una obra de arte floral
Ríos de flores se extienden a lo largo de 30 hectáreas y se entretejen entre distintos colores llamativos que encantan a cualquiera. El sueño hecho realidad de todo amante de las flores, pero también un sitio para reconectar con la naturaleza y aprender a amar su existencia. En toda la temporada primaveral, los campos de Holanda se encienden con los coloridos ríos flores y ayudan a mantener viva la tradición entre sus pobladores.
Curiosamente ahora asociamos a los tulipanes de inmediato con los Países Bajos y aunque hoy en día son un gran representante de la nación, no provienen de sus tierras. Las flores de tulipán se introdujeron en el siglo XVI directamente desde el Imperio Otomano. Pero su popularidad fue creciendo a lo largo del siglo XVII durante la Edad de Oro holandesa.
Como quiera que sea cualquier tradición que enaltezca la naturaleza de la forma en que Holanda lo hace con los tulipanes es digna de celebrarse. Ya que nos enseña la importancia de cuidar de las maravillas naturales que están cohabitando con nosotros, sólo tenemos que descubrirlas.