Las celdas solares capturan y convierten sólo una fracción de la energía solar que llega a su superficie. Pero existen aún más tipos de rayos que se salen del espectro visual para el ser humano y que también pueden ser aprovechados. Por ejemplo, la luz infrarroja representa un tercio de toda la que llega a la superficie del panel, y toda ella es desperdiciada.
Investigadores del MIT diseñaron unas celdas que, en lugar de silicón, utilizan el carbón como su material primario. Con estos nanotubos es posible convertir la luz infrarroja en corriente eléctrica. Además es un material transparente, por lo que podría integrarse a otros modelos para aumentar el porcentaje de energía solar capturada.
Ahora sólo falta que esta tecnología se integre y difunda. Es un paso más para aprovechar los recursos naturales.
[Co.EXIST]